Papel de las grasas y aceites en el crecimiento y desarrollo humano

Las grasas han recibido una mala reputación en la última década, lo que se ha traducido en una gran cantidad de programas de dieta baja en grasa y productos alimenticios sin grasa. Si bien ciertos tipos de grasas o cantidades excesivamente altas pueden ser problemáticas, las grasas son realmente vitales para su cuerpo. Son componentes esenciales de todos los tejidos del cuerpo y son especialmente importantes en el desarrollo de las membranas celulares, la retina y el tejido cerebral. Su cuerpo requiere grasas y aceites para apoyar el crecimiento y desarrollo adecuados, especialmente durante la infancia y la niñez.

Energy

La grasa proporciona nueve kilocalorías por gramo, lo que la convierte en el macronutriente con mayor densidad energética. Durante ciertos períodos de la infancia, la niñez y la adolescencia, el cuerpo necesita calorías adicionales para apoyar el crecimiento y desarrollo acelerado. El consumo de grasas saludables (los tipos monoinsaturados y poliinsaturados) puede proporcionar las calorías adicionales necesarias durante ese tiempo. Su cuerpo también utiliza la grasa almacenada para proporcionar energía en tiempos de inanición o enfermedad.

Ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales son un tipo particular de grasa. Hay dos ácidos grasos esenciales: el ácido linoleico y el ácido alfa-linolénico. Su cuerpo requiere que los consuma a través de los alimentos, ya que no puede producirlos de forma endógena. El cuerpo utiliza estos ácidos grasos para el desarrollo de los tejidos y para producir sustancias químicas en el cuerpo que regulan las funciones fisiológicas, como la respuesta inflamatoria y la presión arterial. La deficiencia de ácidos grasos esenciales en los niños puede causar problemas de crecimiento, visión anormal y problemas de la piel.

Absorción de vitaminas

Las vitaminas A, D, E y K son solubles en grasa, lo que significa que usted necesita grasa para absorberlas correctamente. Si eliminas la grasa completamente, puedes desarrollar deficiencias de estas vitaminas. Las deficiencias de vitaminas pueden causar muchos problemas, como la ceguera nocturna debido a la falta de vitamina A o los huesos débiles debido a la falta de vitamina D. La función cognitiva y la visión

El ácido docosahexaenoico o DHA es una grasa Ácido que es importante para el desarrollo del cerebro y la retina en bebés y niños. Durante el último trimestre del embarazo y el primer año de vida, el cerebro de un niño experimenta un crecimiento acelerado durante el cual se acumulan grandes cantidades de DHA en esta área. Los adultos pueden sintetizar DHA a partir del ácido alfa-linolénico. Sin embargo, el proceso de conversión en bebés es muy limitado: solo el 1 al 5 por ciento del ácido alfa-linolénico se puede convertir en DHA, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

La leche materna proporciona DHA para Los bebés, pero la cantidad en la leche depende de la ingesta materna. Puede ser importante para las mujeres lactantes consumir alimentos ricos en DHA para apoyar el desarrollo infantil. Aunque los resultados del estudio no siempre son consistentes, una revisión de 2009 publicada en "Prostaglandins, Leukotrienes and Essential Fatty Acids" informó que los niveles más altos de DHA en la leche materna generalmente se asociaron con un mejor desarrollo neurológico y una mejor función visual.

Funciones adicionales

Las grasas ayudan a proteger los órganos vitales dentro del cuerpo al proporcionar una capa de amortiguación. También aíslan el cuerpo y regulan la temperatura corporal. Las grasas retrasan el vaciado gástrico y prolongan la saciedad, lo que puede ayudar a que tanto los niños como los adultos se sientan más satisfechos con su comida.

Recomendaciones

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, los bebés de hasta 6 meses necesitan 40 a 60 por ciento de la energía de la grasa. Esto es consistente con la cantidad de leche materna humana y la mayoría de las fórmulas. El alto contenido de grasa promueve el crecimiento, la deposición de tejidos y el desarrollo del cerebro. De 6 a 24 meses, la ingesta de grasa debe reducirse gradualmente a aproximadamente el 35 por ciento de la energía. Después de 2 años, los niños y adultos deben consumir del 25 al 35 por ciento de sus calorías de la grasa.