¿Cuáles son las buenas fuentes de proteínas para los diabéticos?

Si tiene diabetes, busque fuentes de proteínas saludables para el corazón que sean bajas en grasas saturadas, colesterol y sodio. Las personas con diabetes tienen un riesgo de enfermedad cardíaca de tres a cuatro veces mayor que las personas sin la enfermedad. Para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, las pautas de nutrición de la American Diabetes Association para la diabetes recomiendan limitar la grasa saturada a menos del 7 por ciento de las calorías totales consumidas en un día determinado y el colesterol a no más de 200 miligramos por día. Elija carnes frescas sobre procesadas para limitar la ingesta de sodio. Mantenga la ingesta de sodio a no más de 1,500 miligramos por día para mejorar los niveles de presión arterial, que también tienden a ser más altos en las personas con diabetes.

Pescado

El pescado es una buena fuente de proteínas para las personas con diabetes. El pescado contiene proteínas de alta calidad y es bajo en grasas saturadas. Los pescados grasos proporcionan principalmente grasas poliinsaturadas saludables para el corazón. La ADA y la American Heart Association recomiendan que incluya dos o más porciones semanales de pescado de agua fría. El tamaño de la porción es de 3.5 onzas de pescado cocido o 3/4 taza de pescado en escamas. En particular, los pescados grasos son ricos en ácidos grasos omega-3, DHA y EPA, que pueden disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Las fuentes de omega-3 que también son bajas en mercurio incluyen el salmón, el atún claro enlatado, el camarón, el abadejo y el bagre.

Aves de corral

Las aves de corral también son una proteína de alta calidad. Elija carne blanca, pollo o pavo, como la carne de pechuga, y retire la piel para limitar el consumo de grasas saturadas y colesterol. Use técnicas de cocción saludables para el corazón, como hornear, asar, asar o escalfar.

Productos de soya

La proteína de soya es naturalmente baja en grasa y sin colesterol. El Comité Asesor de Directrices Dietéticas informa que se ha demostrado que 25 gramos de proteína de soja por día reducen el colesterol total y LDL. Los productos que contienen al menos 6.25 gramos de proteína de soya pueden hacer que una etiqueta afirme que reducen el colesterol. Los ejemplos incluyen 3.5 onzas de harina de soja; 4 onzas de soya entera, tofu o tempeh; o 8 onzas de leche de soya o proteína de soya texturizada.

Legumbres

Las legumbres, o los guisantes y frijoles secos, son una fuente de proteína magra que, naturalmente, no contiene colesterol. Las legumbres son una excelente fuente de fibra, especialmente de fibra soluble. La fibra soluble puede disminuir los niveles de colesterol total y LDL y puede ayudar a controlar el peso. Incluya una porción de 1 taza de legumbres al menos tres veces por semana; Utilícelos como una alternativa a la carne para reducir la ingesta de grasas y colesterol al mismo tiempo que aumenta la fibra y otras vitaminas y minerales. Las legumbres contienen carbohidratos que necesita contar en su plan de comidas.

Productos lácteos

La leche es otra proteína de alta calidad. Proporciona calcio, potasio, magnesio y vitaminas A y D. La DGAC informa que la ingesta de productos lácteos puede reducir su riesgo de ataque cardíaco, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Los ejemplos incluyen leche, yogur sin azúcar, queso cottage o queso. Para limitar las grasas saturadas y el colesterol, elija productos elaborados con leche descremada o al 1 por ciento. La leche y el yogur contienen carbohidratos; el queso no lo hace El requesón y los quesos procesados ​​tienden a ser altos en sodio. Elija quesos naturales en vez de procesados ​​y limite su porción de requesón.

claras de huevo

Los huevos son una de las proteínas de mejor calidad. La yema de huevo, sin embargo, tiene una alta cantidad de colesterol; La AHA recomienda que limite las yemas de huevo a dos por semana. Las claras de huevo son libres de colesterol y grasa. Puede usar claras de huevo o sustituto de huevo, que está hecho de claras de huevo. Al cocinar o hornear, dos claras de huevo o un cuarto de taza de sustituto de huevo reemplazan a un huevo entero.