Respiración profunda para reducir los mareos

El mareo durante o después del ejercicio puede deberse a hipoglucemia, deshidratación o sobreesfuerzo. La respiración anormalmente rápida, o hiperventilación, puede interrumpir el equilibrio de oxígeno y dióxido de carbono en su cuerpo, lo que también puede causar mareos. Si su mareo está relacionado con la respiración, una técnica de respiración simple puede igualar los gases en su sangre y ayudar a aliviar el hechizo. La clave para la respiración profunda para los mareos es reducir la vía aérea, lo que hará más lenta su respiración.

Siéntese o acuéstese en una posición cómoda. Al sentarse o acostarse, detendrá los movimientos que pueden contribuir a su mareo, y estar cómodo lo ayudará a concentrarse en su respiración.

Coloque sus manos sobre su estómago y cara. Coloque una mano sobre su abdomen. Cierre su boca y coloque el pulgar de su otra mano contra una fosa nasal. Si tiene congestión sinusal, el pulgar que use dependerá de qué fosa nasal esté limpia.

Inhale lentamente a través de su fosa nasal abierta. Infla tus pulmones tanto como sea posible. Debe sentir que su abdomen se eleva al inhalar.

Mantenga la posición durante un segundo, luego cierre ambas fosas nasales y frunza los labios. Actúa como si tratara de silbar.

Exhala lentamente y vacía tus pulmones tanto como sea posible. Debes sentir que tu abdomen cae al exhalar. Repita de 5 a 10 veces.

Relájese y respire normalmente. Espere al menos un minuto, luego siéntese lentamente para evitar marearse nuevamente.

Sugerencia

Consulte a su médico si experimenta mareos frecuentes.