¿Cómo se reproduce el virus de la influenza?

La influenza (la gripe) es causada por el virus de la influenza. Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), entre el 5 y el 20 por ciento de los estadounidenses se infectan con el virus cada año, lo que causa aproximadamente 200,000 hospitalizaciones y 36,000 muertes. El virus generalmente ataca el sistema respiratorio, donde puede causar una neumonía viral en casos severos o destruir los pulmones lo suficiente como para permitir el desarrollo de una neumonía bacteriana secundaria.

El virus generalmente se transfiere mediante una infección por gotitas, con estornudos. toser o escupir. El material sucio o las servilletas y las superficies también pueden servir como vías de infección. Al tocar las manos infectadas con los ojos, la boca o las fosas nasales, el virus se transfiere al cuerpo.

Cómo se reproduce el virus

El virus de la influenza se adhiere a las células que recubren el tracto respiratorio mediante una proteína especial llamada hemaglutinina. En contacto con las células, el virus se introduce en la célula y arroja su capa. El material genético viral (ARN) ingresa al núcleo de la célula huésped e inicia la replicación del ARN viral y la producción de enzimas que secuestran los mecanismos de la célula para producir otros componentes virales. Estos componentes virales incluyen enzimas que favorecen la dominación viral de la célula.

Los componentes virales producidos, incluidos los materiales genéticos, las enzimas y los componentes de la pared celular, se ensamblan cerca de la membrana celular en unidades infectivas. Estos se liberan desde la célula, dejando la célula intacta, o se liberan a medida que la célula muere por la actividad viral y las explosiones. La maduración de las unidades infecciosas tiene lugar cuando salen de la célula o más tarde cuando flotan en el líquido extracelular.

Se producen grandes cantidades de virus incluso antes de la destrucción generalizada de las células del tracto respiratorio. Por lo tanto, el individuo infectado puede propagar el virus incluso antes de que realmente se sienta enfermo. Por lo general, la persona infectada puede contagiar la infección desde un día antes, hasta cinco o siete días después de la aparición de los síntomas.

Prevención y tratamiento

La vacunación es la columna vertebral de la prevención. La vacunación le permite al cuerpo desarrollar una inmunidad suficiente para prevenir una infección, o una infección grave si ocurre una.

Se recomienda una higiene adecuada para limitar aún más la propagación de la infección. Se recomienda una cobertura adecuada de la cara cuando se tose o estornuda al igual que la eliminación de servilletas sucias. El lavado regular de las manos y el uso de desinfectantes a base de alcohol también reducen la propagación de la infección. El lavado adecuado de la ropa y la ropa sucias con el lavado regular de las manos mientras se maneja la ropa, reducirá las posibilidades de contacto con la infección entre quienes cuidan a los enfermos. Los antivirales como Relenza, Tamiflu y amantadina se utilizan en el tratamiento de la gripe. Estos reducen la gravedad de la enfermedad, minimizan las posibilidades de complicaciones y acortan el curso de la enfermedad.