Información sobre el síndrome de pies ardientes

El síndrome del pie ardiente también se conoce como síndrome de Grierson-Gopalan. La condición médica recibe su nombre de la sensación de ardor en las plantas de los pies. Las personas mayores de 50 años son la población más probable afectada, y varias afecciones médicas pueden contribuir a la posibilidad de desarrollar este síndrome. Las opciones de tratamiento disponibles dependen de lo que provocó el síndrome del pie ardiente.

Causas

Hay muchas causas posibles del síndrome del pie ardiente. El uso excesivo del tobillo, causando la compresión de los nervios que corren hacia los pies, puede provocar una sensación de ardor. Las afecciones médicas asociadas con el síndrome de ardor de los pies incluyen hipotiroidismo, deficiencia de vitamina B, insuficiencia hepática y daño renal. Otros trastornos médicos, como la artritis reumatoide y la diabetes, pueden aumentar las posibilidades de desarrollar la enfermedad.

Factores de riesgo

El uso de zapatos mal ajustados, la infección por hongos y la obesidad aumentan las probabilidades de desarrollar el síndrome del pie ardiente. El consumo de alcohol durante muchos años también aumenta la posibilidad de desarrollar la afección.

Síntomas

El síntoma más común del síndrome de pies ardientes es una sensación de ardor en los pies. Afecta las plantas de los pies con más frecuencia, pero la sensación también puede ocurrir en los tobillos o en la parte inferior de la pierna. Puede causar entumecimiento y hormigueo en las piernas y los pies. El enrojecimiento de las plantas de los pies y la sensación de calor al tacto pueden volverse molestos. Los síntomas tienden a empeorar durante la noche y mejoran durante el día.

Diagnóstico

Tomar una radiografía y una resonancia magnética ayuda al médico a determinar la causa del síndrome. Los análisis de sangre también pueden ayudar a encontrar la causa, especialmente en los casos en que el hipotiroidismo, el daño hepático o la insuficiencia renal son la fuente del síndrome del pie quemado.

Tratamiento

El tratamiento del síndrome del pie ardiente varía según el motivo de la condición. El primer tratamiento, y con frecuencia el más sencillo, es comenzar a usar calcetines y zapatos que se ajusten bien y permitan que los pies respiren. Descansar y elevar los pies con frecuencia ayuda a aliviar la tensión en los tobillos. Si hay un hongo en los pies, los antibióticos o las cremas para los pies pueden ayudar a eliminar la infección y detener la sensación de ardor. Los baños de agua fría ayudan a aliviar las molestias.