Cómo la dopamina aumenta la presión arterial

La presión arterial, la fuerza motriz que suministra nutrientes y oxígeno a todos sus órganos y tejidos vitales, está regulada por una gran cantidad de factores físicos y químicos. Las hormonas, los neurotransmisores y los electrolitos desempeñan un papel fundamental en el control de la presión arterial, al igual que los receptores especializados dentro de las paredes de las arterias. La dopamina, un neurotransmisor que se produce en el cerebro, las glándulas suprarrenales y otros tejidos, participa en la regulación de la presión arterial a través de sus efectos en el corazón, los riñones, el sistema nervioso central y los vasos sanguíneos.

La presión arterial de un vistazo

Su ritmo cardíaco y la fuerza de cada latido cardíaco son parámetros mecánicos que pueden usarse para estimar su presión arterial. Como cualquier bomba, cuanto más rápido corra el corazón y cuanto más volumen empuje, mayor será la presión. Sin embargo, a diferencia de una bomba mecánica, su corazón empuja la sangre hacia "tuberías" cuya elasticidad cambia de un momento a otro, y recibe mensajes continuos del cerebro, los riñones y otros órganos que alteran su salida con casi cada latido.

Dopamina Los receptores son la clave

Los receptores celulares que responden a la dopamina están presentes en una variedad de tejidos, incluidas las arterias, las venas, los riñones y el corazón. Se han identificado al menos cinco receptores de dopamina diferentes, y, según una revisión de 2003 en "Nephron Physiology", cada uno de estos tipos de receptores desempeña un papel en la regulación de la presión arterial. La naturaleza de la respuesta de la presión arterial depende de qué receptores se estimulan o, a la inversa, se inhiben.

Dopamina y hormonas

El sistema renina-angiotensina, o RAS, es una vía metabólica que finalmente conduce a la producción. de hormonas que están íntimamente involucradas en la regulación de la presión arterial. Una de estas hormonas, la angiotensina II, hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que aumenta la presión arterial. La angiotensina II estimula la liberación de otra hormona, la aldosterona, que hace que los riñones retengan sodio y agua. Esto, también, conduce a un aumento de la presión arterial. El RAS se activa cuando se estimulan los receptores de dopamina en los riñones. La influencia de la dopamina en otras hormonas, como la prolactina, también puede provocar un aumento de la presión arterial.

Dopamina y electrolitos

La activación de la RAS por parte de la dopamina no es el único medio por el cual este neurotransmisor influye en los niveles de electrolitos. En la edición de abril de 2000 de "Current Hypertension Reports", los científicos observaron que la dopamina actúa directamente sobre el intestino, el cerebro y los riñones para aumentar la ingesta, absorción y retención de sodio y, por lo tanto, aumenta la presión arterial. Estos investigadores afirman que un trastorno en la regulación de los receptores de dopamina puede jugar un papel en el desarrollo de la presión arterial alta en los seres humanos.

Dopamine Conversion

La dopamina es un precursor de otros neurotransmisores de catecolamina, a saber, norepinefrina y epinefrina, o adrenalina. Las catecolaminas son generalmente de naturaleza "excitadora", lo que significa que aumentan su ritmo cardíaco y hacen que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que lleva a un aumento de la presión arterial.

Papel central de la dopamina

La dopamina juega un papel central Papel en los procesos complejos que controlan su presión arterial. Las acciones de la dopamina en el corazón, los vasos sanguíneos, el cerebro y los riñones provocan respuestas fisiológicas que aumentan la retención de sodio y agua, aumentan la frecuencia cardíaca y restringen los vasos sanguíneos. En concierto, estas acciones generan mayores presiones. Las aberraciones en la actividad o regulación del receptor de dopamina, algunas de las cuales están determinadas genéticamente, probablemente contribuyen a la hipertensión o presión arterial alta.