La demencia es una enfermedad degenerativa que resulta en una pérdida de la función cerebral, que incluye limitaciones significativas en la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y el comportamiento. El ejercicio ligero a moderado puede beneficiar a los pacientes con demencia al mejorar los síntomas y la calidad de vida. Todos los programas de entrenamiento con ejercicios deben comenzar de manera lenta y gradual según las habilidades. Los pacientes con demencia siempre deben realizar actividad física con un profesional calificado para garantizar que los ejercicios se realicen de manera correcta y segura. Consulte a su médico antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio para el tratamiento de la demencia.

Ejercicio funcional

El ejercicio funcional se refiere a los ejercicios que están específicamente relacionados con la mejora de la función al realizar tareas diarias. Al igual que la terapia ocupacional, los ejercicios funcionales implican una gran cantidad de movimientos de control motor fino que están diseñados para ayudarlo a realizar actividades diarias como cepillarse los dientes, lavarse el cabello y cambiarse de ropa. Su capacidad para realizar algunas de estas tareas puede verse obstaculizada por la demencia, lo que hace que el ejercicio funcional sea necesario para mejorar su calidad de vida.

Ejercicio de entrenamiento de fuerza

Los ejercicios de entrenamiento de fuerza para pacientes con demencia son útiles para combatir la pérdida de Masa muscular que se asocia con el envejecimiento. Un programa de entrenamiento de fuerza para pacientes con demencia puede mejorar la independencia, la movilidad y el equilibrio. También puede ayudar con las tareas diarias, como sentarse en la cama y levantarse de una silla. El entrenamiento de fuerza generalmente implica el uso de bandas de resistencia, pesas libres y máquinas de pesas, y se realiza idealmente de dos a tres días por semana para obtener los mejores resultados.

Ejercicio de flexibilidad

Los ejercicios de flexibilidad para pacientes con demencia pueden realizarse por un Entrenador personal, fisioterapeuta o cuidador certificado. Estos ejercicios están diseñados para mantener la flexibilidad y el rango de movimiento adecuados en las articulaciones principales de su cuerpo y pueden mejorar la rigidez relacionada con la demencia en la parte inferior de la espalda. El entrenamiento de flexibilidad generalmente no toma mucho tiempo y se puede realizar todos los días.

Ejercicio cardiovascular

Según la Academia Americana de Neurología, el ejercicio cardiovascular puede beneficiar a los pacientes con demencia al mejorar la salud cardiovascular y la salud cerebral. También se ha demostrado que el ejercicio cardiovascular para pacientes con demencia disminuye la producción de ciertas proteínas en el cerebro que pueden empeorar los síntomas de la demencia. La supresión de estas proteínas inhibe la acumulación de placa en el cerebro que eventualmente puede llevar al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Caminata ligera a moderada o bicicleta estacionaria durante 30 minutos al día, cuatro o más días a la semana, es altamente recomendable para pacientes con demencia.