Jinetes ecuestres y dolor en las articulaciones

Los ecuestres aman su deporte, pero ocasionalmente, los ciclistas de todas las edades experimentan dolor en las articulaciones. Ese dolor se siente más comúnmente en las rodillas, las caderas y la parte inferior de la espalda, pero se puede experimentar en cualquier articulación que actúe como un amortiguador para el movimiento del caballo. La tensión del jinete es la razón principal por la que las articulaciones se inflaman, y existen causas físicas y psicológicas para la tensión.

Comprensión del dolor en las articulaciones

Diferentes disciplinas ecuestres pueden afectar a las articulaciones de un jinete de manera diferente. El campo traviesa, el asiento de caza y el salto requieren que el ciclista permanezca equilibrado en una posición de dos puntos, lo que proporciona el mayor impacto en las rodillas y la espalda baja. La doma, el ciclismo y la resistencia requieren que el ciclista se siente derecho en la silla, lo que puede afectar las articulaciones de la cadera. El dolor en las articulaciones puede ser agudo o crónico y a menudo se asocia con inflamación o sensibilidad en un área específica. El dolor articular relacionado con esguinces o distensiones se produce cuando se trata de un desgarro del músculo o tendón que lo rodea. Las articulaciones son más estables cuando los músculos que las rodean son fuertes.

Conexión física

Los abdominales, los músculos de la espalda, los músculos de los hombros, los quads, los glúteos, los isquiotibiales y las pantorrillas son los grupos musculares más comunes que se utilizan para montar. La debilidad y la falta de flexibilidad en cualquiera de estos grupos musculares pueden llevar a un jinete a tener problemas para mantenerse equilibrado en la silla. Esto puede crear un ciclo de tensión, lo que significa que cuando el jinete no se siente equilibrado, tensa los músculos, lo que puede tener un impacto negativo en el caballo, lo que provoca que el caballo responda con tensión. Toda esta tensión no permite que los tendones, ligamentos y músculos que rodean las articulaciones se mantengan lo suficientemente flexibles como para moverse con el ritmo y la cadencia del caballo.

Conexión psicológica

Cuando se trata de montar, lo mental La actitud del ciclista es tan importante como su estado físico general. Cuando un ciclista tiene miedo, se dispara una cascada de eventos. Esta respuesta mental /emocional negativa crea una sensación de duda y falta de confianza, lo que hace que el cuerpo sea rígido, tenso y rígido. Esta secuencia de eventos afecta las habilidades necesarias para conducir de manera efectiva y la tensión generada por el miedo puede hacer que las articulaciones de los ciclistas se pongan rígidas y rígidas y provoquen dolor.

Prevención del dolor en las articulaciones Aumentar la fuerza y ​​la flexibilidad tanto dentro como fuera de la silla. Para ayudar a proteger la articulación de la rodilla, fortalezca sus patios y músculos isquiotibiales con ejercicios como sentadillas y elevaciones de piernas. Los ejercicios de abducción y aducción son buenos fortalecedores de la cadera y los abdominales pueden hacer maravillas para los abdominales. Pilates y yoga aumentarán su flexibilidad general y lo ayudarán a mantener esa posición agradable y equilibrada que todos los ciclistas buscan. Cuando maneje, mantenga sus pensamientos enfocados, no deje que los pensamientos preocupantes se interpongan en el camino y recuerde respirar. Al respirar, libera la tensión de una manera positiva en lugar de transmitirla de nuevo a su caballo y sus articulaciones.