Efectos secundarios de la lactosa

La lactosa, el azúcar natural que se encuentra en la leche y otros productos lácteos, causa una variedad de efectos secundarios en algunas personas. Una enzima llamada lactasa, que ocurre naturalmente en los intestinos humanos, ayuda a digerir la leche, pero muchos adultos tienen niveles bajos, según el Centro Nacional de Información sobre Enfermedades Digestivas. Los niveles de lactasa disminuyen con la edad y se ven afectados por el patrimonio. Estos niveles bajos de lactasa dificultan la ingesta de leche, lo que resulta en intolerancia a la lactosa.

Flatulencia

El gas en el tracto digestivo puede ocurrir cuando las bacterias en el intestino grueso descomponen los alimentos no digeridos. Los bajos niveles de lactasa causados ​​por la ingesta de lactosa aumentan la cantidad de azúcares no digeridos en el cuerpo humano, lo que hace que la flatulencia, la expulsión de gas a través del recto, sea más común, según el Centro Nacional de Información de Enfermedades Digestivas. Cambiar la dieta para evitar los productos lácteos y otros alimentos que contienen lactosa disminuye la incidencia de flatulencia, y también hay medicamentos de venta libre para tratar los gases.

Náuseas

Drugs.com explica que las náuseas es un efecto secundario de ingerir lactosa cuando el cuerpo tiene una intolerancia a ella. La náusea, la sensación de tener ganas de vomitar, es el resultado de irritantes en el cuerpo, como la lactosa. Según MedlinePlus, las náuseas pueden causar vómitos, lo que libera al cuerpo de la sustancia irritante. Para aquellos sensibles a la lactosa, evitar los productos lácteos y otros alimentos con lactosa detiene las náuseas.

Desnutrición

La desnutrición puede ser un efecto secundario de la ingesta de lactosa. Según KidsHealth.org, los que son intolerantes a la lactosa a menudo evitan la leche y otros productos lácteos para evitar efectos secundarios. El setenta y cinco por ciento del calcio en el suministro de alimentos en los Estados Unidos proviene de los productos lácteos, lo que pone a los pacientes en mayor riesgo de desnutrición. Los médicos definen la desnutrición, una condición que afecta la salud mental y física, como la falta de nutrientes necesarios para mantener la salud. La desnutrición puede provocar pérdida de peso, fatiga, mareos, encías inflamadas y sangrantes, debilidad muscular y ósea y deficiencia inmunológica.