L-glutamina y neuropatía periférica

La neuropatía periférica es una condición en la cual los nervios periféricos se dañan. Los nervios periféricos son aquellos que no forman parte del cerebro y la médula espinal. Los nervios periféricos envían información sobre otras partes del cuerpo al cerebro y la médula espinal y reciben mensajes del cerebro y la médula espinal. La neuropatía periférica a menudo ocurre como resultado de la diabetes o el tratamiento del cáncer con quimioterapia. Los estudios demuestran que el aminoácido, o bloque de construcción de proteínas, L-glutamina puede minimizar el daño a los nervios durante la quimioterapia.

Neuropatía periférica

Hay tres tipos de nervios periféricos: nervios motores, nervios sensoriales y autónomos nervios Los nervios motores controlan los músculos esqueléticos, los nervios sensoriales transmiten información de los sentidos y los nervios autónomos controlan los procesos autónomos, como la respiración, la digestión y la función del corazón y las glándulas. La neuropatía periférica puede afectar los nervios en los tres grupos. Los síntomas son muy diferentes según los tipos de nervios afectados. La neuropatía sensorial a menudo conduce a entumecimiento y hormigueo en brazos y piernas. La neuropatía motora puede provocar calambres, debilidad muscular y una incapacidad para controlar los principales grupos musculares. La neuropatía autonómica puede causar una perturbación en los procesos autónomos, por ejemplo, un latido cardíaco irregular. Los tres tipos de neuropatía pueden asociarse con dolor severo.

Tratamiento del cáncer y neuropatía

Los productos químicos, como el bortezomib, el cisplatino y el paclitaxel, se usan para tratar el cáncer de mama, cáncer de pulmón, cáncer de ovario y cabeza y cuello cáncer. Interfieren con diferentes aspectos de la división celular en las células cancerosas. Del treinta al 40 por ciento de los pacientes con cáncer que son tratados con estos químicos experimentan algún grado de neuropatía, generalmente neuropatía motora o neuropatía sensorial. La neuropatía puede ser tan debilitante que los pacientes suspenden el tratamiento temprano o requieren dosis más bajas, lo que puede reducir sus posibilidades de supervivencia.

Usos de L-glutamina

La L-glutamina tiene una variedad de efectos beneficiosos sobre la función corporal . Puede fortalecer el sistema inmunológico cuando se debilita después de un ejercicio intenso o estrés. También puede ayudar a reparar células y tejidos dañados después de una cirugía o lesión accidental. Cuando el cuerpo se lesiona, hay una descomposición del tejido muscular. Los aminoácidos que resultan de la degradación muscular se transfieren al sitio de la lesión, por lo que pueden ayudar a defender el cuerpo contra las infecciones, apoyar la función de los órganos vitales y ayudar a reparar las heridas. La L-glutamina constituye aproximadamente un tercio de los aminoácidos transferidos desde los músculos al sitio de la lesión.

Neuropatía y L-Glutamina

Estudios publicados en la edición de mayo de 2001 de "Clinical Cancer Research" y el número de junio de 2005 de "Clinical Oncology" confirma que la L-glutamina puede ser eficaz para prevenir o reducir la extensión de la neuropatía periférica durante el tratamiento de quimioterapia. En el primer estudio, los pacientes recibieron 10 gramos de L-glutamina tres veces al día o un placebo el día después de su primer tratamiento de quimioterapia. Después de su tratamiento, los pacientes que habían recibido glutamina experimentaron casos de neuropatía significativamente menos graves. Los investigadores en el segundo estudio confirmaron estos efectos de la L-glutamina en la neuropatía periférica durante la quimioterapia. Encontraron una reducción significativa del adormecimiento y la debilidad muscular, en particular en el grupo que recibió L-glutamina.