¿El ejercicio mejora la concentración?

Además de sus efectos generales sobre el bienestar físico y mental, la actividad física regular puede estar relacionada con una mejor concentración y habilidades de aprendizaje. Si desea mejorar su concentración en las tareas diarias, llamar la atención de un grupo de estudiantes o tratar los síntomas de un trastorno por déficit de atención, la actividad física regular puede ayudar.

Ejercicio frente a lecciones extra en niños

En un informe de 2007, el Dr. Stewart Trost, de la Oregon State University, vincula tan solo 15 minutos de actividad física para mejorar la concentración, la memoria y el comportamiento en el aula entre los estudiantes de escuela primaria. Contrariamente a lo que podría esperarse, la concentración mejorada y el rendimiento académico fueron más pronunciados entre los niños que hacían ejercicio que en aquellos que tenían una lección adicional. Como tal, eliminar las pausas para que la actividad física se ajuste a lecciones adicionales puede ser contraproducente al enseñar a los niños.

Ejercicio y concentración juvenil

Revisar la investigación sobre los efectos de la actividad física en el rendimiento académico de los jóvenes, Nanci Hellmich, de "USA Today" apoya los hallazgos reportados por Trost. Además de descubrir que las pausas para el recreo son más beneficiosas para la concentración en el aula que las lecciones adicionales, Hellmich informa en su artículo de 2010 que no hay asociaciones negativas entre el tiempo extra para la actividad física y la concentración. A partir de una amplia revisión de la investigación, Hellmich informa que aumentar el tiempo que pasan los estudiantes en clases de educación física mejora la atención, la concentración y las calificaciones en las pruebas estandarizadas de rendimiento académico.

Ejercicio y concentración en adultos

Mary Carmichael de La revista "Newsweek" informó sobre hallazgos similares en un artículo de 2007, y es más probable que los niños que obtuvieron mejores resultados en las pruebas de condición física obtuvieran los mejores resultados académicos y de concentración. También se encontró que estos efectos se extienden a los adultos, con un programa de ejercicio aeróbico de tres meses vinculado a la formación de nuevas neuronas e interconexiones más densas y diversas entre ellas. Además de mejorar la concentración y el funcionamiento cerebral en general, Carmichael informa que estos efectos de la actividad física pueden estar relacionados con la prevención de una variedad de trastornos cognitivos y neurológicos, como la enfermedad de Alzheimer y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH.

TDAH y actividad física

Si bien el TDAH puede manifestarse como un trastorno de hiperactividad, falta de atención o una mezcla de ambos, los problemas relacionados con la concentración son comunes para quienes viven con este trastorno. Según un libro de 2008 del Dr. Amnon Gimpel de la Clínica Brain Power de Jerusalén, Israel, titulado "Ejercicios para el cerebro para curar el TDAH", la actividad física puede ayudar a tratar y prevenir los síntomas del TDAH tanto en niños como en adultos. Mientras que enumera una serie de ejercicios físicos y mentales, Gimpel señala que las actividades que combinan el enfoque físico y mental, como las artes marciales, el yoga y el baile, pueden ser las más efectivas para aumentar la concentración y mejorar los síntomas del TDAH.