¿Cuáles son las causas de entumecimiento en el brazo izquierdo?

Cualquier sensación de entumecimiento en el brazo izquierdo, o cualquier otra extremidad, es una indicación de un problema neuronal. El adormecimiento en el brazo también puede ir acompañado de hormigueo, pérdida de la sensibilidad o falta de movilidad, cualquiera de los cuales debe ser evaluado y tratado por su médico de familia para reducir las posibilidades de complicaciones o daños permanentes. Docenas de condiciones pueden causar adormecimiento en el brazo izquierdo, y comprender algunas de ellas puede hacer que las personas busquen atención médica y consejos rápidamente.

Nervio pellizcado

Un nervio pellizcado en el cuello, la espalda o el hombro puede Causa una sensación de hormigueo en el brazo izquierdo. El entumecimiento a menudo es causado por la presión contra los nervios, que puede interrumpir el flujo sanguíneo, los mensajes de las vías nerviosas y el daño nervioso que afecta la sensación. Lesión del plexo braquial

El plexo braquial es un haz de nervios que se extiende desde el cuello a través del hombro. Un nervio pinzado, dañado o herido o enfermo en este haz puede afectar cualquier parte del brazo y la mano, causando entumecimiento u hormigueo que puede ser constante y palpitante y sentir como alfileres y agujas.

Hombro roto

Una fractura también puede causar entumecimiento en el brazo izquierdo como resultado de dañar los tejidos nerviosos o los vasos sanguíneos. La fractura puede ocurrir en la clavícula (clavícula), la escápula (omóplato), el húmero (parte superior del brazo), o el radio o el cúbito (huesos de la parte inferior del brazo).

Problemas vasculares periféricos

Vasos sanguíneos estrechos en el brazo también puede causar hormigueo o entumecimiento en cualquier parte del brazo o mano. Una causa importante de los vasos sanguíneos estrechados es el resultado de la obstrucción de las arterias causada por el colesterol alto, que crea una acumulación de placa en las paredes arteriales.

Problemas neuronales periféricos

Una persona diagnosticada con diabetes, parálisis u otras afecciones que afectan el crecimiento y desarrollo del nervio pueden sufrir daños en los nervios periféricos de las extremidades.