Los efectos de inhalar humo de una hoguera

Las hogueras pueden parecer inofensivas y controladas, pero el humo que emana de ellas es extremadamente peligroso. Independientemente de la fuente, el humo puede contener una variedad de químicos y compuestos que son potencialmente mortales en dosis suficientemente altas. Antes de iniciar una hoguera o cualquier tipo de fuego controlado, es importante conocer las posibles complicaciones que pueden surgir de la inhalación de humo y sus derivados.

Ingredientes

Las hogueras pueden contener cualquier cantidad de materiales combustibles. Para comprender mejor los peligros, es importante saber qué se está inhalando. El humo se compone de tres cosas: asfixiantes simples, asfixiantes químicos y compuestos irritantes. Los asfixiantes simples queman el oxígeno, dejando atrás el dióxido de carbono tóxico. Los asfixiantes químicos son sustancias que interfieren con la capacidad del cuerpo para transportar y distribuir oxígeno, que incluyen monóxido de carbono, cianuro de hidrógeno y sulfuro de hidrógeno. Los compuestos irritantes incluyen cosas como el amoníaco y el dióxido de azufre. Estos causan daño a las membranas mucosas. Como resultado, las vías respiratorias pueden hincharse y colapsarse, lo que dificulta la respiración.

Síntomas

Inhalar el humo de cualquier fuente puede provocar dificultad para respirar. El daño respiratorio dificulta que las células transporten oxígeno, y la persona debe respirar más para compensar. La respiración de la víctima también puede volverse ronca. Esto ocurre cuando los líquidos se acumulan en los pulmones y bloquean las vías respiratorias superiores. Si un individuo está a favor del viento de una hoguera, el humo también puede causar ojos rojos e irritados. Esto puede llevar a córneas quemadas. El hollín del humo también puede acumularse en la garganta y la nariz, causando un bloqueo. El monóxido de carbono es un gas mortal emitido por los incendios. Lo que hace que esta sustancia sea particularmente peligrosa es que es invisible y sin olor, a diferencia del humo. Es posible que una persona no sienta los efectos de la inhalación de humo y aún sufra de envenenamiento por monóxido de carbono. Las señales de advertencia incluyen dolor de cabeza, náuseas y vómitos.

Cuándo buscar ayuda

Si una persona parece estar bien después de inhalar humo, vigilarlo en casa puede ser suficiente. Sin embargo, es crítico obtener atención médica si hay síntomas externos como voz ronca, dificultad para respirar, ataques de tos o confusión. Algunos efectos pueden parecer menores, pero la víctima puede empeorar muy rápidamente. Además, no transporte a la persona en un vehículo privado. Las ambulancias contienen equipos de salvamento que pueden ser necesarios.

Primeros auxilios y tratamiento

Lo más importante es sacar a la persona de la fuente de humo al aire fresco. Si la víctima está inconsciente, llame al 9-1-1 y comience a realizar la RCP hasta que llegue la ayuda. El tratamiento médico variará dependiendo de la naturaleza del daño. Los antibióticos pueden usarse para tratar o prevenir infecciones. Los médicos pueden administrar antídotos para contrarrestar cualquier efecto tóxico. Se administrarán medicamentos para tratar el dolor, la hinchazón y la fiebre si es necesario. Los esteroides se utilizan para reabrir las vías respiratorias. Se administrará oxígeno en algunos casos.