Teléfonos celulares y radiación oculta: ¿hay indicios de daños?

Dependiendo de a quién pregunte, los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos portátiles son la innovación tecnológica más importante de nuestra vida o los dispositivos peligrosos que emiten radiación y que representan un importante Riesgo para la salud pública a largo plazo. ¿Qué nos puede decir la ciencia?

La radiación es solo energía que viaja a través del espacio. La radiación ionizante significa que la radiación, proveniente de la descomposición de los átomos, es lo suficientemente energética como para desplazar un electrón (una pequeña partícula cargada en un átomo) fuera de su hogar normal. La poderosa radiación ionizante incluye la luz solar (radiación ultravioleta, que puede causar quemaduras), rayos X y rayos X, los niveles altos en la vecindad de los desechos nucleares y los niveles más bajos, o "de fondo", de la tierra y el aire.

La radiación no ionizante excita los electrones, pero en realidad no puede desplazarlos de sus hogares atómicos. Es como la forma en que el té no da el mismo aumento de energía satisfactorio que el café.

Esto es lo que sabemos: la exposición a diferentes tipos de radiación no ionizante se produce diariamente. Las líneas eléctricas emiten radiación de radiofrecuencia de baja frecuencia, menos de 100,000 hertzios. Los teléfonos móviles, televisores, radios e incluso los teléfonos fijos inalámbricos emiten hasta 100 veces más que las líneas eléctricas. Algunos teléfonos móviles, hornos de microondas, teléfonos inalámbricos, escáneres de aeropuertos, detectores de movimiento y configuraciones de Wi-Fi emiten radiación de microondas, con una frecuencia de hasta 300 gigahercios.

Mientras que los físicos argumentan que simplemente electrones excitantes no es suficiente para dañar el El cuerpo humano, la investigación con animales parece sugerir lo contrario, y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud ha declarado que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia son un posible carcinógeno para los humanos.

En un experimento, exponer moscas de la fruta a solo 30 minutos La radiación de un teléfono móvil causó inmediatamente la generación de radicales libres (dañando los átomos de oxígeno) y la desregulación de 168 genes diferentes. Los investigadores informaron que los ovarios de los animales parecían "reprogramados".

Las ratas que fueron expuestas a teléfonos celulares durante unas pocas horas al día durante un mes mostraron niveles elevados de radicales libres en la sangre y niveles disminuidos de hormonas reproductivas. Y en las ratas con la exposición diaria más larga (tres horas), las células testiculares comenzaron a descomponerse. Las ratas con solo una hora por día de exposición no tuvieron los niveles hormonales disminuidos, lo que indica que la duración de la exposición es importante (al igual que la duración de la exposición al sol determina si una persona se quema o contrae cáncer de piel con el tiempo).

Las células madre humanas en el laboratorio también crecen más lentamente cuando se exponen a la radiación del teléfono celular. Los científicos que escribieron en el Diario de Física Biomédica e Ingeniería publicaron un artículo titulado “Las razones fundamentales por las que las computadoras portátiles no deberían usarse en su regazo”, citando el daño por calor a la función testicular, la radiación de la computadora portátil y la radiación Wi-Fi. (Y la mala postura fue el clavo en el ataúd.)

¿Qué se puede hacer con toda esta exposición a la radiación? Minimice el uso de dispositivos que emiten radiación: use teléfonos fijos cuando sea posible, use auriculares con cable que no sean Bluetooth para hablar por teléfono y quizás desactive el enrutador Wi-Fi cuando no sea necesario.

Consumir a Una dieta rica en antioxidantes también puede ayudar a proteger nuestros cuerpos del daño asociado con la radiación. La investigación futura sobre el efecto de una dieta saludable en las tasas de cáncer y otras enfermedades en personas con alta exposición a la radiación puede ayudar a guiar cómo vivimos nuestras vidas en "el mar de la radiación".