La vitamina D desempeña un papel en numerosas funciones corporales, incluida la regulación del sistema inmunológico. Su papel más conocido es en la salud ósea. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, lo que ayuda a formar y mantener huesos fuertes. Obtiene la vitamina D de fuentes como la exposición al sol, los huevos, la leche fortificada y los pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa. Las deficiencias pueden deberse a una exposición al sol muy escasa, una ingesta inadecuada y una absorción deficiente. Un nivel adecuado de vitamina D es de 20 nanogramos por mililitro o más, de acuerdo con la Oficina de Suplementos Dietéticos.

Bajo en Vitamina D

En los adultos, la deficiencia de vitaminas hace que los huesos se debiliten y se vuelvan blandos. En los niños, esto se conoce como raquitismo. Esto ocurre porque sin la vitamina D, los huesos no pueden endurecerse en un proceso conocido como mineralización. Los científicos aún están aprendiendo qué otros problemas puede causar la deficiencia de vitamina D. Demasiada poca vitamina D puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial, obesidad, depresión y ciertos tipos de cáncer, según el centro médico de la Universidad de Maryland. Se necesita más investigación en estas áreas.