Deficiencia de vitamina B12 y demencia

La demencia ha llegado a ser considerada como una parte común, casi esperada, de envejecer para la mayoría de las personas. Además, muchos lo ven como una condición para la cual hay muy pocas opciones de tratamiento, de acuerdo con un artículo en Psychiatry Online. Sin embargo, recientemente, se ha enfocado cada vez más en la posibilidad de que una deficiencia de vitamina B12 pueda ser un factor que contribuya a la demencia, lo que aumenta la esperanza de que abordar tales deficiencias podría ayudar a frenar los efectos de esta enfermedad asociada con tanta frecuencia a la enfermedad de Alzheimer. > La importancia de la vitamina B12

Los expertos de la Clínica Mayo señalan que la vitamina B12 ayuda a mantener la salud de las células nerviosas y los glóbulos rojos. La vitamina B12 también es instrumental en la formación del ADN, el material genético en todas las células. El pescado, los mariscos, la carne y los productos lácteos son las fuentes dietéticas más confiables de la vitamina B12, lo cual es un factor importante en las dietas de muchas personas. Los vegetarianos, especialmente los veganos, pueden tener dificultades para obtener los requisitos diarios de vitamina B12 debido a su renuencia a consumir alimentos de origen animal.

Signos de deficiencia de vitamina B12

Las deficiencias de vitamina B12 se presentan con mayor frecuencia como fatiga, pérdida de apetito, estreñimiento, pérdida de peso y dificultad para mantener el equilibrio, como lo indican los Institutos Nacionales de la Salud. Además, la depresión, la confusión, la mala memoria y la demencia también pueden ocurrir en personas con bajo nivel de B12. Los investigadores afirman que la acumulación de hymocysteine ​​en la sangre que se produce en ausencia de vitamina B12 merece atención. La himocisteína, dicen, podría estar relacionada con una incapacidad para metabolizar los neurotransmisores. Por lo tanto, la himocisteína parece ser una forma en la que los problemas de la función cognitiva pueden vincularse directamente con las deficiencias de vitamina B12.

Grupos en riesgo

El riesgo de deficiencia de vitamina B12 aumenta con ciertos grupos. Los principales son los vegetarianos /veganos, las personas con anemia perniciosa y las que se han sometido a una cirugía gastrointestinal. Las personas mayores también tienen un mayor riesgo de la deficiencia. Según los NIH, la gastritis atrófica, una afección que afecta al 10 a 30 por ciento de los adultos mayores, tiene el efecto de reducir la cantidad de vitamina B12 en el cuerpo. Esto se debe al hecho de que se ha determinado que la gastritis atrófica previene la absorción natural de B12 en los alimentos. Las formas sintéticas, como los suplementos de vitamina B12, no presentan las mismas dificultades con la gastritis atrófica, pero se recomienda que consulte a un médico antes de tomar este método para aumentar el consumo de vitamina B12.

Cómo tratar la demencia

La deficiencia de vitamina B12 no puede explicar todos los casos de demencia. Psychiatry Online señala que la demencia es un síndrome frecuente en la población anciana relacionada con una variedad de factores. La enfermedad de Alzheimer es responsable de una cierta parte de la aparición de demencia, al igual que la disminución natural de la actividad cerebral que acompaña a la edad avanzada. Sin embargo, la deficiencia de vitamina B12, a diferencia de la mayoría de los otros factores que contribuyen a la demencia, puede abordarse. El uso de suplementos típicamente mejora los niveles de B12 en el cuerpo humano. Si bien esto puede no revertir los efectos de la demencia por completo, algunos creen que las dificultades experimentadas por quienes la padecen pueden disminuir.

Un estudio de caso

Un estudio de caso que refleja esta esperanza del impacto de la vitamina B12 sobre la demencia se describe en un artículo escrito por Norbert Goebels, MD y Michael Soyka, MD. Informan sobre un varón de 64 años que fue hospitalizado por confusión y colapso. El hombre se había ido haciendo cada vez más senil con el tiempo, pero el viaje al hospital se debió a un grave deterioro de las funciones cognitivas. También se informaron signos de deficiencia de B12, incluida la pérdida de peso y la falta de apetito, lo que provocó un tratamiento con vitamina B12. Cinco semanas después del régimen, los médicos informaron que las capacidades cognitivas del hombre eran notablemente mejores. Goebels y Soyka se apresuran a señalar que estos hallazgos no son concluyentes. Sin embargo, sí reconocen que tales casos parecen alentadores como una nueva forma potencial de abordar la demencia.