Deficiencias nutricionales en el alcoholismo

Las personas que son adictas al alcohol pueden ser muy deficientes en importantes vitaminas y minerales básicos, lo que afecta directamente a su salud. Las personas que consumen más del 30 por ciento de sus calorías como alcohol tienen el mayor riesgo, en particular por las deficiencias de tiamina y vitamina A. Los suplementos pueden ayudar, pero la mejor opción es el tratamiento para el alcoholismo.

Tiamina

Algunos alcohólicos desarrollan una deficiencia de tiamina (vitamina B1), que puede provocar una enfermedad cerebral alcohólica conocida como síndrome de Wernicke-Korsakoff (WKS). Una deficiencia de tiamina causada por la desnutrición es rara en los países desarrollados, pero ocurre entre los alcohólicos. Según Peter R. Martin y sus colegas en su artículo para el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo sobre la deficiencia de tiamina en la enfermedad cerebral alcohólica, los estudios de autopsia han mostrado anomalías cerebrales similares a las WKS en el 13 por ciento de los alcohólicos.

Encefalopatía de Wernicke Es la primera parte de WKS y causa confusión, parálisis de los nervios oculares y dificultad con el movimiento. Hasta el 90 por ciento de las personas con encefalopatía de Wernicke desarrollan psicosis de Korsakoff, que causa déficits de memoria y comportamiento anormal. Si se diagnostica WKS antes de que se produzca un deterioro grave, la tiamina oral o inyectada puede revertirla.

Vitamina A

Los alcohólicos pueden ser deficientes en vitamina A. Como resultado, una persona puede desarrollar hígado graso, una etapa de hepatopatía alcohólica. Si la enfermedad hepática progresa, la persona puede desarrollar cirrosis hepática y necesitar un trasplante de hígado para sobrevivir. Por lo general, no se recomienda la suplementación con suplementos de vitamina A a menos que el alcohólico se comprometa activamente a dejar de beber, ya que la combinación de vitamina A y alcohol puede ser tóxica. Hierro, calcio y zinc. Los niveles bajos de hierro pueden causar anemia. Una deficiencia de calcio (hipocalcemia) puede causar enfermedades óseas, mientras que niveles insuficientes de zinc pueden provocar lesiones en la piel y ceguera nocturna.