También conocido como vitamina B-9, el ácido fólico, junto con las otras vitaminas B, ayuda al cuerpo a descomponerse y convertir los alimentos que comemos en energía. Se recomienda que los adultos reciban un mínimo de 400 mcg de ácido fólico diariamente. Las mujeres embarazadas y en período de lactancia, en particular, necesitan por lo menos de 500 a 600 mcg de ácido fólico por día.

Células

El cuerpo necesita el ácido fólico para producir y mantener las células. Ayuda a producir ADN y ARN, así como a aminoácidos y glóbulos rojos. Debido a esto, la ingesta adecuada de ácido fólico es esencial durante el embarazo para asegurar el crecimiento adecuado del feto. Se ha demostrado que tomar ácido fólico antes y durante el embarazo disminuye las probabilidades de que el bebé tenga ciertos defectos de la columna vertebral.

Enfermedad cardíaca

Depresión

Los niveles bajos de ácido fólico en el cuerpo se han relacionado con la depresión. Un estudio publicado en la edición de enero de 2005 de "Journal of Psychopharmacology" encontró que las personas en ciertas culturas, con dietas ricas en ácido fólico, tenían menos riesgo de sufrir depresión. Los investigadores también observaron que los niveles bajos de folato en la sangre son comunes en las personas con depresión, y esas personas también tienen más probabilidades de tener una mala respuesta a los antidepresivos. Además, el tratamiento con ácido fólico se asocia con una mejor respuesta a los antidepresivos.

Cáncer

Los niveles bajos de ácido fólico también se asocian con un mayor riesgo de cáncer colorrectal y de mama. Debido a que el folato funciona para mantener y crear nuevas células saludables, es posible que juegue un papel preventivo, evitando que las células desarrollen mutaciones que causan cáncer, aunque se necesita más investigación. Si tiene cáncer, es importante hablar con su médico sobre su ingesta de folato. En niveles altos, se ha demostrado que la ingesta de ácido fólico interfiere con algunos medicamentos de quimioterapia.