Cómo revisar un pulso femoral en un recién nacido

Un examen de rutina de un recién nacido incluye controlar su pulso femoral o sentir el latido de su corazón presionando la arteria en su ingle. Esta prueba puede ser el primer signo de un problema circulatorio grave, conocido como coartación o interrupción de la aorta torácica. La arteria femoral comienza en la parte inferior del abdomen y continúa hacia abajo en cada muslo. Según la Revisión Nacional de Enfermería, el examen físico de un recién nacido debe realizarse dentro de las 12 horas posteriores al nacimiento, una vez que la condición del bebé se haya estabilizado, para la detección temprana de problemas circulatorios graves.

Coloque al bebé en un lugar seguro y retire el pañal para exponer su ingle en ambos lados. Ponga un reloj grande con una segunda mano de barrido a plena vista. Ajuste el reloj para que pueda leerlo fácilmente sin tener que sostenerlo en sus manos.

Encuentre el pulso femoral del recién nacido en la ingle. El pulso femoral se encuentra a medio camino entre las dos prominencias óseas entre el hueso púbico y la cresta del hueso de la cadera. Los profesionales de la medicina llamarían al área el ligamento inguinal cerca del punto medio entre la sínfisis del pubis y la cresta ilíaca. Pulsos femorales. Siente ambos lados del pulso femoral del recién nacido al mismo tiempo para que puedas compararlos. Ambos lados deben tener pulsos iguales y fuertes. El pulso disminuido generalmente significa gasto cardíaco deficiente o vasoconstricción ineficaz. Los pulsos deficientes o desiguales indican una posible interrupción de la aorta torácica u otros problemas circulatorios.

Compare el pulso femoral con el pulso radial del recién nacido. Localice el pulso radial del bebé en el interior de su muñeca, justo debajo de su pulgar. Aplique una presión suave con las puntas de sus dedos índice y medio en su pulso radial al mismo tiempo que aplica presión en su pulso femoral. Debería poder sentir el pulso femoral antes de sentir el pulso radial. Los pulsos femorales retrasados ​​o debilitados en comparación con los pulsos radiales indicaron una posible coartación de la aorta del bebé.

Cuente la cantidad de latidos del corazón en 30 segundos. Multiplica el resultado por dos para aprender el pulso del recién nacido. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el pulso de un recién nacido debe ser de 70 a 190 latidos por minuto. Un bebé durmiente tiene un pulso más bajo que un bebé que llora, pero un recién nacido siempre debe tener pulsos femorales. Realice un seguimiento de los pulsos femorales ausentes o anormales con un ecocardiograma y una cateterización cardíaca para confirmar la coartación. Para obtener mejores resultados, revise el pulso del recién nacido cuando esté en calma y repita las mediciones casi a la misma hora cada día.

Asegure el pañal del bebé y lávese las manos.