Funciones de la vejiga

La vejiga, un saco hueco ubicado detrás del hueso púbico, es un órgano integral del sistema urinario. Las funciones principales de la vejiga son almacenar la orina producida por los riñones y excretarla del cuerpo. Para cumplir con estas funciones, la pared de la vejiga consiste en tres capas de músculo liso que forman colectivamente el músculo detrusor forrado con una membrana de moco elástica y se conecta al sistema nervioso central por tres conjuntos de nervios. Los nervios y los músculos trabajan juntos en perfecta coordinación para controlar el almacenamiento de orina, señalizar el cerebro y vaciar la orina.

Almacenamiento

La orina se produce en los riñones y se drena continuamente hacia la vejiga a través de los dos uréteres. uno a cada lado Los uréteres, que son tubos de 8 a 10 pulgadas de largo, están revestidos con músculos que se contraen y relajan para ayudar a mover la orina del riñón a la vejiga.

La vejiga tiene un tercer tubo, la uretra , a través de la cual la orina se excreta del cuerpo. Este tubo está controlado por el esfínter uretral interno, un músculo circular ubicado entre el cuello de la vejiga y la uretra. Este esfínter es muy importante porque sin él la vejiga no podría almacenar orina; en lugar de eso, la orina simplemente pasaría a través de la vejiga y fuera del cuerpo.

La pared de la vejiga es capaz de estirarse, lo que la convierte en un área de almacenamiento perfecta. Cuando la orina entra en la vejiga, la vejiga se distiende para permitir más volumen. A medida que se llena, los receptores de estiramiento en la pared de la vejiga señalan al cerebro.

Señalización

Los nervios de la vejiga son nervios periféricos, lo que significa que se ramifican desde la médula espinal que luego se conecta al cerebro. Cuando la vejiga está llena, los nervios envían una señal a través de los nervios, la médula espinal y el cerebro. Luego, el cerebro envía una señal a la vejiga que le indica al esfínter uretral interno que se relaje y que el músculo detrusor se contraiga. más alta que la presión en la uretra, lo que permite que la orina salga del esfínter uretral interno relajado. Todas estas señales deben coordinarse con precisión para que la orina se vacíe completamente desde la vejiga. Aunque el cerebro regula automáticamente la evacuación de la orina, las personas tienen la capacidad de retrasar la evacuación, lo que les da tiempo para llegar al baño.