¿Cómo afecta el boxeo al cerebro?

Aunque el boxeo tiene muchas virtudes, la ciencia dulce tiene una historia amarga cuando se trata de lesiones cerebrales. Muhammad Ali representa mejor esta dicotomía, un luchador brillante destrozado por el deporte. Los estudios científicos sobre las lesiones cerebrales relacionadas con el boxeo son escasos, pero las consecuencias médicas son claras. Si no se tratan, estas condiciones podrían causar la muerte.

Riesgo a corto plazo

Los hematomas agudos son responsables del 75 por ciento de todas las lesiones en la cabeza relacionadas con el boxeo y la causa número 1 de muertes. Los hematomas subdurales pueden ser provocados por un solo golpe rígido, especialmente un golpe de golpe, o repetidos golpes múltiples en el mismo lugar. Esencialmente un hematoma en el cerebro, el derrame de sangre comprime rápidamente el tejido. Los síntomas se desarrollan rápidamente. En la década de 1980, Louis Curtis sufrió un hematoma que se inflamó rápidamente a proporciones grotescas. El árbitro se vio obligado a detener la pelea.

Peligro posterior a la pelea

Las conmociones cerebrales también se asocian con golpes inmediatos en el cerebro. En algunos deportes, sobre todo en el fútbol, ​​un equipo puede apartar a un atleta lesionado y hacer pruebas inmediatas de conmoción cerebral mientras otros juegan. No hay tales descansos en el boxeo, y los síntomas como mareos y vómitos pueden no manifestarse hasta mucho después de que termine la pelea. En 1962, Benny Peret entró en coma, un claro indicador de una conmoción cerebral, y murió después de perder con Emile Griffith. Sin embargo, algunas personas piensan que el daño real ocurrió unos meses antes cuando Peret fue eliminado por Gene Fullmer y no se recuperó por completo.

Life-Time Effect

Como consecuencia de una vida de repetidos golpes a En la cabeza, algunos combatientes experimentan una disminución general de la salud mental. La demencia en sí misma es una categoría en lugar de una enfermedad que se refiere a una serie de afecciones responsables del deterioro de la memoria y las habilidades cognitivas. De hecho, del 15 al 40 por ciento de los combatientes retirados exhiben síntomas comparables al Alzheimer. En los combatientes, este fenómeno se conoce como Demencia Pugilística.

El futuro de los combates

Mientras que algunos combatientes están claramente marcados por la vida, otros nunca muestran signos de discapacidad. En 2014, el Centro Lou Ruvo para la Salud del Cerebro en la Clínica Cleveland lanzó un ambicioso estudio que narra los efectos a largo plazo de los combates en el cerebro. Los combatientes activos y retirados tendrán acceso a MRI, exámenes neurológicos y pruebas genéticas. El centro planeaba desarrollar un proceso de detección de la salud cerebral y, con suerte, poder determinar por qué ciertos combatientes son más susceptibles a las lesiones cerebrales que otros.