Las diferencias entre cápsulas y cápsulas

Las cápsulas y cápsulas son productos farmacéuticos que suministran dosis medidas de medicamentos a los pacientes. Las cápsulas están hechas de gelatina o material vegetal y contienen medicamentos en una forma que proporciona un mecanismo de administración eficaz. Las cápsulas son comprimidos que tienen una forma especial, generalmente en la misma forma que una cápsula, y recubiertos con una capa cerosa. Las cápsulas y las cápsulas están diseñadas para ser fáciles de tragar. Se diferencian en la velocidad con que el sistema del paciente absorbe el medicamento y en la velocidad con que se libera el medicamento.

Cápsulas

Las cápsulas están hechas de gelatina, que es un material derivado de animales, o de hidrolizado de almidón o metilcelulosa, que son de origen vegetal. Algunas cápsulas de cápsulas están hechas de dos mitades que encajan entre sí para formar una cápsula sellada. Esto permite mezclas de medicamentos y combinaciones que no son posibles en forma de cápsula. Algunas cápsulas están hechas de una tapa de gelatina dura sellada. Estos pueden contener aceites y medicamentos solubles en grasa, y la cápsula sellada evita que los elementos externos actúen sobre el contenido. La cubierta de una cápsula normalmente se abre en aproximadamente cuatro minutos, lo que permite una rápida absorción del medicamento.

Desventajas de las cápsulas

Las cápsulas tienden a ser voluminosas y pueden ser difíciles de tragar para algunas personas. La cáscara blanda puede disolverse en los contenidos y reaccionar con los medicamentos. La naturaleza de la cubierta blanda lo hace vulnerable al daño por humedad y limita el contenido a ciertos rangos de pH. Las cápsulas causan reacciones alérgicas en algunas personas, y la gelatina derivada de animales plantea varios desafíos éticos y nutricionales.

Cápsulas

Las cápsulas se forman combinando medicamentos con un material de unión y luego comprimiendo la mezcla, bajo una gran presión, en forma de cápsula. Normalmente están recubiertos con una película o gelatina para enmascarar el sabor de los ingredientes y hacerlos más fáciles de tragar. La velocidad a la que se disuelve un comprimido se controla mediante el tipo de agente de unión utilizado. Las cápsulas pueden disolverse rápidamente en los ácidos del estómago o durante un largo período, a través de un proceso conocido como liberación prolongada. Las cápsulas pueden cortarse o dividirse para administrar dosis más bajas y, a menudo, son más baratas que las cápsulas. Tienden a ser bien tolerados por los pacientes.

Desventajas de las cápsulas

La naturaleza compacta de las cápsulas hace que sean más difíciles de disolver que las cápsulas. El calor y la humedad introducidos durante el procesamiento pueden afectar los medicamentos. Algunos pacientes son alérgicos o sensibles a los materiales utilizados para cubrir las cápsulas. Algunos pacientes muerden o mastican los comprimidos antes de tragarlos, lo que puede afectar la velocidad de disolución y absorción del medicamento.