¿Cuáles son los peligros del potasio alto?

El cuerpo requiere potasio, un electrolito, para funcionar normalmente. Los músculos y los nervios dependen del potasio para funcionar correctamente, y los niveles anormales pueden tener un efecto negativo en el corazón, el sistema digestivo y los riñones. La mayor parte del potasio en el cuerpo se almacena en las células. Cuando el potasio se acumula en la sangre, se vuelve peligroso y posiblemente mortal. Un nivel alto de potasio en la sangre crea una condición conocida como hiperpotasemia. Los niveles normales son 3.5-5.0 mEq /L (miliequivalentes por litro), y los niveles muy altos son superiores a 7.0 mEq /L. Causas

Problemas renales debido a diabetes, glomerulonefritis, nefritis lúpica y aguda o la insuficiencia renal crónica puede causar un alto nivel de potasio en el cuerpo. Las deficiencias hormonales relacionadas con problemas con la glándula suprarrenal, como la enfermedad de Addison, la lesión traumática o el daño tisular también pueden causar acumulación de potasio. Una dieta rica en potasio o ciertos medicamentos como los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ACE), los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), los bloqueadores de los receptores de la angiotensina II y los diuréticos ahorradores de potasio también pueden causar un aumento de los niveles de potasio.

Síntomas

Los niveles altos de potasio son difíciles de diagnosticar porque los efectos secundarios pueden no sentirse hasta que los niveles son peligrosamente altos. Los síntomas incluyen náuseas, fatiga, vómitos, debilidad muscular u hormigueo en los dedos de las manos, los pies o la lengua. Las personas también han reportado una sensación de pesadez en los brazos y piernas, desmayos, confusión, mareos o respiración superficial. La hiperpotasemia grave puede provocar diarrea, dolor en el pecho, palpitaciones del corazón o insuficiencia cardíaca.

Corazón

El problema más peligroso con potasio alto es su potencial para hacer que el corazón se detenga. El potasio causa cambios en los impulsos eléctricos en los músculos del corazón, que resultan en ritmos cardíacos anormales, arritmia cardíaca o palpitaciones cardíacas. Si no se trata la hipercalemia, el corazón se detendrá cuando se suprima su actividad eléctrica. Los signos de esto pueden ser un pulso lento o débil o dolores en el pecho.

Sistema muscular

Los niveles altos de potasio en la sangre en la sangre afectan negativamente tanto a los músculos lisos como a los músculos esqueléticos. El potasio controla la producción y el almacenamiento de glucógeno, que los músculos utilizan para obtener energía. Cuando los niveles altos de potasio afectan los músculos lisos, como los del sistema digestivo, pueden ocurrir náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. Con el tiempo, puede producirse malnutrición, lo que agravará el problema. Cuando la hiperpotasemia es lo suficientemente grave como para afectar a los músculos esqueléticos, puede ocurrir una afección llamada parálisis periódica hipercaliémica. Esta parálisis se debe a problemas con la actividad eléctrica en los músculos, que también pueden causar sentimientos de debilidad y hormigueo en las extremidades. En casos severos de parálisis, la hiperpotasemia puede causar problemas respiratorios cuando los músculos involucrados dejan de funcionar.

Sistema nervioso

El potasio y el sodio trabajan juntos en la bomba de sodio-potasio para transmitir los impulsos eléctricos a lo largo de las células. Cuando los niveles de potasio están fuera de equilibrio, los nervios no pueden emitir señales de manera correcta, causando mareos o desmayos. En casos extremos, la hiperpotasemia puede provocar convulsiones o convulsiones debido a la interrupción de la actividad eléctrica.

Tratamientos

El tratamiento para los niveles altos de potasio en la sangre se centra en la estabilización del corazón y en la promoción del movimiento de potasio en las células. El médico puede usar insulina, glucosa, agonistas beta o bicarbonato de sodio. Los diuréticos y las resinas de unión pueden ayudar a excretar el exceso de potasio. Si los riñones no funcionan correctamente, la diálisis puede ayudar a filtrar el exceso de potasio. El tratamiento a largo plazo incluye un cambio en la dieta para excluir alimentos ricos en potasio o medicamentos para ayudar a disminuir los niveles de potasio. Su médico también tratará cualquier afección médica que contribuya al problema.