Los usos de una incubadora de laboratorio La incubadora

es una pieza moderna de equipo de laboratorio que se utiliza para mantener el desarrollo progresivo de cultivos microbiológicos mediante la regulación de factores de crecimiento viables como la temperatura, la humedad y la ventilación. Las incubadoras están disponibles en diferentes tamaños (por ejemplo, desde una computadora portátil a una habitación pequeña) para satisfacer diferentes requisitos. Algunas cualidades superiores incluyen la capacidad de controlar temperaturas extremadamente bajas (incubadora microbiológica), humedad y niveles de dióxido de carbono (incubadora de cultivo celular). Una incubadora microbiológica se enfoca principalmente en el crecimiento y almacenamiento de cultivos bacterianos y temperaturas de control de 5 a 7 grados centígrados.

Tratamientos médicos

Durante años, el ambiente estable y controlado de la incubadora se usó para incubar aves de corral Huevos y cuidado de bebés prematuros o enfermos. Hoy en día, las incubadoras tienen un uso más elaborado y, como resultado, su mercado está prosperando. Los científicos usan incubadoras para tratamientos médicos, investigación con células madre y procedimientos experimentales como incubar anticuerpos en tejidos y células para microscopía de fluorescencia. Las incubadoras también pueden usarse para diagnosticar los patógenos causantes de enfermedades en el cuerpo humano. Al usar incubadoras, se puede regular el aire alrededor del cultivo celular, lo que facilita la multiplicación de los microorganismos causantes de enfermedades, por lo que aumenta la probabilidad de identificar un patógeno.

Uses in Biology

Las incubadoras de laboratorio son Participa en diversas aplicaciones biológicas, como el cultivo de células y tejidos, estudios farmacéuticos, estudios hematológicos, estudios bioquímicos, procesamiento de alimentos, aireación celular, estudios de plantas y animales, estudios de solubilidad, estudios de fermentación y cultivos bacterianos.

Cultivo de tejidos

Las incubadoras se utilizan ampliamente para estudiar cultivos de tejidos que involucran la extracción de fragmentos de tejidos de animales y plantas, mantener estos "explantes" (es decir, células aisladas de un trozo de tejido) en un ambiente controlado y luego analizar su crecimiento . El estudio de estos explantes les permite a los médicos y científicos comprender la función de células específicas que causan enfermedades, como las células cancerosas, y ayudarlos a desarrollar vacunas para enfermedades como la poliomielitis, las paperas y el sarampión. Además, la práctica del cultivo de tejidos ha ayudado a los científicos a detectar diversos trastornos de salud resultantes de la ausencia de ciertas enzimas, como los trastornos del metabolismo de los carbohidratos.

Ingeniería genética

Se han abierto nuevas vías con el advenimiento de las incubadoras en Ingeniería genética. Los científicos ahora pueden manipular las estructuras genéticas de los explantes. Pueden formar nuevos organismos al combinar material de ADN de diferentes fuentes. En la agricultura, la nueva perspectiva de la ingeniería genética ha ayudado a mejorar el valor nutricional de varias frutas y verduras y aumentar el poder de resistencia de muchos cultivos.