Comportamiento temerario en los adolescentes

Los adolescentes a menudo prueban los límites de las reglas sociales y de los padres. Sin embargo, el comportamiento imprudente que pone en peligro a su hijo y a otras personas puede ser un signo de un problema mayor, como un trastorno del comportamiento o una comprensión inadecuada de las normas sociales. Si cree que el comportamiento imprudente de su adolescente puede ser peligroso o inadecuado para el desarrollo, considere hablar con un consejero, trabajador social escolar o psiquiatra. Comportamiento normal

Es normal que los adolescentes tengan algún grado de comportamiento de riesgo. Por ejemplo, aunque no es aconsejable y potencialmente peligroso, los comportamientos como alejarse de la escuela y mentir a los padres y maestros están dentro del ámbito del comportamiento típico de los adolescentes. Aunque los padres deben abordar estos comportamientos imprudentes, pueden no ser motivo de grave preocupación, explica el psicólogo Jeffrey Arnett en la revista "Developmental Review". Sin embargo, las conductas de riesgo se vuelven problemáticas cuando ponen a su hijo u otras personas en peligro. Por ejemplo, beber y conducir, usar drogas, robar o participar en actividades sexuales promiscuas puede indicar problemas más grandes.

Causas comunes

El cerebro humano no se desarrolla completamente hasta que una persona tiene más de 20 años, por lo que los adolescentes a menudo carecen de la capacidad de tomar decisiones razonadas de la misma manera que los adultos. Además, durante la adolescencia, la influencia de los compañeros es uno de los factores más importantes que afectan el comportamiento de un adolescente, y la presión de los compañeros puede exacerbar el comportamiento imprudente.

Causas más graves

Para algunos adolescentes, los problemas más graves pueden llevar imprudencia. Por ejemplo, las enfermedades mentales como el trastorno bipolar, el trastorno de oposición desafiante, el trastorno de conducta y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad pueden llevar a decisiones imprudentes. Además, los adolescentes que han sufrido abuso, negligencia u otras formas de trauma, incluido el divorcio u otros cambios importantes en la vida, pueden mostrar comportamientos anormalmente imprudentes.

Cómo ayudar a

Al abordar la imprudencia al principio, los padres pueden ayudar evitar que la conducta de sus adolescentes se intensifique. Comience por hablar con su hijo adolescente sobre los tipos de comportamiento que espera y por qué ha elegido estas reglas en particular. Dado que los adolescentes carecen de las mismas facultades cognitivas que los adultos, las explicaciones de las reglas son una herramienta de enseñanza particularmente valiosa. Al establecer reglas claras y hacer cumplir las consecuencias razonables por infringir esas reglas, es posible que pueda reducir algunas imprudencias, explica la Fundación Educativa de USAA.

Para casos más graves de imprudencia en casos de enfermedades mentales, abusos u otros traumas. Un factor, la terapia conductual y otras formas de asesoramiento pueden ayudar. Los grupos de apoyo que hacen hincapié en las habilidades para tomar decisiones también pueden ayudar a los adolescentes a actuar de manera más positiva.