¿Las hormonas de crecimiento en los alimentos afectan a los niños?

A muchos padres les preocupa el efecto de los alimentos no orgánicos en la salud de sus hijos. Comer carne de vacas tratadas con hormona del crecimiento lo expone a sustancias químicas que pueden afectar su salud. La Administración de Drogas y Alimentos investiga todas las hormonas utilizadas en la producción de alimentos para garantizar que sean seguras, pero los padres preocupados pueden optar por la carne orgánica y los productos lácteos para estar seguros. Hable con el pediatra de su hijo sobre las hormonas de crecimiento en la carne de res y los productos lácteos para determinar si son seguros para su hijo.

Uso de hormonas de crecimiento

La mayoría de los ganaderos de los Estados Unidos usan hormonas de crecimiento para aumentar el tamaño de una vaca o producción de leche. La FDA permite a los agricultores utilizar la hormona de crecimiento bovina recombinante, o rBGH, para aumentar la producción de leche en el ganado lechero. Los agricultores también usan hormonas de crecimiento sintéticas y naturales para promover el rápido aumento de peso en el ganado, aumentando el volumen total de carne cuando las vacas son sacrificadas. La FDA aprueba el uso de seis hormonas de crecimiento diferentes para este propósito. Estas hormonas entran en la carne y la leche, exponiendo a los niños a sustancias químicas potencialmente dañinas.

Health Concerns

Los defensores de los consumidores temen que el uso generalizado de hormonas de crecimiento pueda causar problemas de salud en los niños. Algunos padres creen que la exposición a las hormonas de crecimiento bovino causa la pubertad temprana en las niñas. Llegar a la pubertad a una edad temprana puede aumentar su riesgo de cáncer y otros problemas de salud. Otro problema de salud es que los niños pueden desarrollar alergias a la leche en respuesta a las hormonas que se encuentran en los productos lácteos.

Posición de la FDA

La FDA aprueba el uso de varias hormonas de crecimiento para aumentar la producción de carne y leche en vacas y ovejas. La administración revisa periódicamente la literatura científica para evaluar el riesgo de uso de la hormona de crecimiento en niños. La FDA afirma que la leche y la carne de las vacas tratadas no contienen una cantidad peligrosa de hormonas de crecimiento que podrían representar un riesgo para los niños. La hormona rBGH es fisiológicamente inactiva en humanos; por lo tanto, no puede llevar a una pubertad precoz en las niñas.

Evidencia científica

La leche de vacas tratadas con rBGH contiene un factor de crecimiento similar a la insulina, o IGF-1, una hormona que promueve el crecimiento. En un estudio de 2010 publicado en "The Journal of Clinical Investigation", la investigadora Sara DiVall de la Universidad Johns Hopkins descubrió que la administración de ratones con IGF-1 hizo que ingresaran a la pubertad antes. Sin embargo, un estudio realizado por Mansanto, un fabricante de hormonas de crecimiento bovino, encontró que la leche de vacas tratadas con rBGH no tenía niveles de IGF-1 significativamente más altos que la leche de vacas no tratadas. Andrea Wiley, investigadora de la Universidad de Indiana, descubrió que una mayor ingesta de leche en mujeres jóvenes se asocia con la pubertad temprana, una asociación posiblemente causada por hormonas en los productos lácteos. En general, la evidencia científica se mezcla en cuanto a si las hormonas de crecimiento afectan la edad de la pubertad y la salud general del niño. Se necesita más investigación para determinar si los productos de vacas tratadas con hormonas de crecimiento afectan el desarrollo infantil.

Consideraciones

La Unión Europea no permite el uso de rBGH u otras hormonas de crecimiento en la producción de carne y productos lácteos. El Comité científico de medidas veterinarias relacionadas con la salud pública determinó que varias hormonas de crecimiento podrían aumentar el riesgo de cáncer o causar otros problemas de salud. Aunque la FDA no corrobora estos hallazgos, los padres preocupados pueden elegir alternativas libres de hormonas. La leche no rBGH y los productos cárnicos orgánicos provienen de vacas que no reciben tratamiento con hormonas de crecimiento.