Sus niveles hormonales fluctúan a lo largo de su vida y, a veces, pueden causarle dolores de cabeza, molestias, cambios de humor, fatiga o acné. Dichos desequilibrios hormonales pueden ser el resultado de ciclos biológicos naturales, pero no son menos perjudiciales para su vida o sensación de bienestar. Las fluctuaciones en los niveles hormonales pueden volver a equilibrarse con la dieta. Consulte con su médico acerca de cualquier síntoma que pueda estar experimentando para asegurarse de que se debe a un desequilibrio hormonal y que se necesitan cambios en la dieta.

Reduzca su ingesta de grasas saturadas y azúcar. Revise su ingesta dietética y tenga en cuenta qué parte de su dieta se compone de comidas rápidas o procesadas con alto contenido de grasas y azúcar. Tenga en cuenta la cantidad de carne roja y lácteos que ingiere también. Las grasas saturadas en la carne y los productos lácteos pueden causar un aumento en el estrógeno, lo que resulta en un desequilibrio hormonal. El azúcar, particularmente el azúcar refinado como el que se usa en productos horneados, puede aumentar los niveles de insulina.

Aumente su consumo de frutas y verduras frescas, incluidas aquellas con alto contenido de fitoestrógenos como la soja. Los fitoestrógenos son esencialmente hormonas vegetales que, cuando son ingeridos por humanos, imitan los efectos de las hormonas naturales producidas por el cuerpo. Incluya alimentos como la mostaza y la col rizada, el brócoli, la col y los nabos en su dieta.

No se salte el desayuno ni el almuerzo. "Coma al menos tres comidas al día", aconseja la autora y doctora Christiane Northrup. "Cuando comes el desayuno, tu metabolismo se pone en marcha durante el día", explica Northrup. Cuando su metabolismo permanece equilibrado a lo largo del día, es más probable que su sistema endocrino permanezca estable, evitando así las fluctuaciones hormonales.

Incluya alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 y omega-6. Como el pescado, los frutos secos y las legumbres. Estos ácidos grasos son cruciales en la producción de eicosanoides, hormonas que transmiten información biológica a todo el cuerpo. Las deficiencias en los ácidos grasos podrían resultar en la producción de eicosanoides "malos", según un informe del doctor James L. Holly del Southeast Texas Medical Associates. El influjo de estas hormonas "malas" crea un desequilibrio hormonal.

Mantenga una ingesta moderada de carbohidratos, ya que estos tienen un impacto en la producción de insulina, aconseja el Dr. Holly en su informe. Los niveles de insulina a su vez impactan los niveles de eicosanoides. Una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, ácidos grasos y una cantidad moderada de carbohidratos crea un equilibrio hormonal en el cuerpo.

Incluya alimentos con alto contenido de fibra en su dieta. La fibra se une al estrógeno, lo que permite al cuerpo procesar y eliminar cualquier exceso de hormona. Los alimentos como el arroz integral, la harina de avena, los frijoles y los granos integrales proporcionan fibra, pero deben consumirse en pequeñas porciones para evitar la sobrecarga de carbohidratos.

Sugerencia

Hágase chequeos periódicos con su médico. incluso si los cambios en la dieta resultan en el alivio de sus síntomas.