¿Cuáles son los peligros de un exceso de medicamentos para la tiroides?

Muchos trastornos de la tiroides, la glándula que regula el nivel de energía del cuerpo, requieren medicamentos, a menudo de por vida. Demasiado medicamento para la tiroides puede causar efectos secundarios graves, incluidos efectos en el feto en mujeres embarazadas. Por lo tanto, los médicos deben controlar cuidadosamente a los pacientes para asegurarse de que están recibiendo la dosis correcta y que sus niveles de hormona tiroidea se mantengan en el rango normal.

Daño hepático

En los Estados Unidos, dos medicamentos antitiroideos, metimazol y propiltiouracilo , se utilizan para evitar que la tiroides hiperactiva produzca demasiada tiroxina, la hormona tiroidea. Las grandes dosis de propiltiouracilo y metimazol pueden dañar gravemente el hígado, incluso hasta el punto de la muerte, informa MayoClinic.com. Debido a que el riesgo es mayor con el propiltiouracilo, los médicos recomiendan probar primero el metimazol, cambiando solo si resulta intolerable.

Síntomas del ojo empeorado

El yodo radioactivo a veces se usa para tratar la enfermedad de Graves, el trastorno más común de tiroides hiperactiva, porque encoge la glándula tiroides y reduce el exceso de niveles hormonales, informa MayoClinic.com. Sin embargo, un problema es que las personas pueden desarrollar problemas oculares nuevos o empeorados, como abultamiento, sequedad, lagrimeo o enrojecimiento. Aunque el efecto es temporal, los médicos evitan el uso de yodo radioactivo si hay síntomas oculares.

Pérdida ósea

La levotiroxina es una hormona sintética usada para reemplazar la hormona tiroidea debido a una tiroides poco activa, como la enfermedad de Hashimoto, una afección Donde el sistema inmunológico ataca la tiroides, informa MayoClinic.com. Demasiada levotiroxina puede causar o empeorar la osteoporosis.

Problemas cardíacos

Demasiada levotiroxina también puede hacer que el corazón lata demasiado rápido o de forma irregular, explica MayoClinic.com. En pacientes con enfermedades cardíacas, los médicos pueden comenzar con una dosis pequeña, incrementándola gradualmente después de un monitoreo cuidadoso del impacto en el corazón.

Efectos adversos en el feto

Las dosis grandes de propiltiouracilo o metimazol pueden causar inflamación de la tiroides o Tiroides poco activas en el feto, según la Enfermedad de la Tiroides y el Embarazo. El monitoreo frecuente de los niveles hormonales y el ajuste de la dosis en la madre embarazada reduce este riesgo.