El yodo se usa para una variedad de afecciones, tanto en el diagnóstico médico como en una forma de tratamiento para varias afecciones de la tiroides. Los efectos secundarios del yodo son, afortunadamente, raros. Pueden ir desde reacciones leves, conocidas como "yodismo", hasta reacciones potencialmente mortales que incluyen anafilaxia. Las personas que tienen alergia al yodo deben alertar a su médico antes de someterse a cualquier procedimiento radiológico o de imágenes para evitar efectos potencialmente peligrosos.

Fuentes de yodo

La glándula tiroides absorbe el yodo para crear la hormona tiroidea, que Juega un papel crítico en el mantenimiento del metabolismo. Estos trastornos son relativamente raros en el mundo desarrollado. El yodo se administra terapéuticamente en el tratamiento de los trastornos por deficiencia de yodo. Grandes dosis de yodo pueden, paradójicamente, cerrar temporalmente la glándula tiroides y, por lo tanto, pueden usarse en algunas emergencias hipertiroideas. El yodo radioactivo se usa en el tratamiento de la enfermedad de Grave, una enfermedad autoinmune que puede causar hiperactividad de la tiroides.

El yodo también se puede encontrar en una variedad de otras fuentes. Los agentes de contraste son utilizados por los radiólogos en ciertos procedimientos de diagnóstico y pueden contener yodo libre. Además, el yodo se puede encontrar en varios antisépticos, así como en sal yodada, conservantes de pan y mariscos.

Yodo oral

El yodo tomado por vía oral para las deficiencias de la tiroides es generalmente seguro. Reacciones adversas pueden ocurrir cuando se toma el exceso de yodo. Los efectos secundarios incluyen diarrea, náuseas, dolor de estómago, fiebre leve y dolor de cabeza. El yodo puede causar un sabor metálico en la boca, entumecimiento u hormigueo en las manos y los pies e inflamación de las glándulas salivales. Las reacciones alérgicas al yodo son raras, pero pueden incluir urticaria, dificultad para respirar y opresión en el pecho. Las reacciones anafilácticas, en las que se produce una caída peligrosa de la presión arterial, dificultad para respirar y latidos cardíacos irregulares, son muy poco frecuentes con la terapia con yodo.

Terapia con yodo radioactivo

La terapia con yodo radioactivo se utiliza en el tratamiento de la enfermedad de Grave . La radiación suele ser demasiado baja para aumentar el riesgo de un futuro cáncer de tiroides. El yodo puede causar dolor de garganta leve, inflamación de las glándulas salivales y náuseas que pueden durar varias horas. Sin embargo, el uso de yodo radiactivo puede causar un deterioro gradual de la función tiroidea y conducir al hipotiroidismo. Las mujeres embarazadas o en período de lactancia no deben recibir yodo radioactivo, ya que puede causar deficiencias tiroideas en el feto.

Alergia al contraste

El yodo se usa en tomogorrafia computarizada, o TC, estudios como agente de contraste para agudizar imagenes El yodo usado en radiología puede provocar una variedad de reacciones. Si bien los síntomas se parecen a los de las alergias, no afectan directamente al sistema inmunológico y, por lo tanto, no son alérgicos. Las reacciones leves consisten en ronchas de la piel, que pueden manifestarse como ronchas rojas y que pican sobre la piel que pueden variar en tamaño y forma con el tiempo. Pueden durar varios días. El angioedema es una reacción de los tejidos debajo de la piel y puede causar hinchazón de la cara y de la laringe, lo que puede dificultar la respiración. Las reacciones más graves pueden causar una constricción asmática de las vías respiratorias o incluso una respuesta sistémica conocida como anafilaxia.