Razones para un mayor sentido del olfato y el gusto

De los cinco sentidos, el gusto y el olfato están muy estrechamente relacionados. Para percibir un olor, las moléculas flotan en la nariz y se unen a pequeños pelos llamados cilios, lo que desencadena neuronas que captan el olor. Las papilas gustativas en la lengua tienen células gustativas que detectan sabores primarios. Ocasionalmente, las personas experimentan sentidos intensos del gusto o el olfato, haciéndolos más sensibles a los sabores y olores. Hay muchas razones por las que una persona puede experimentar estos sentidos intensificados.

Embarazo

Durante el embarazo, los niveles elevados de estrógeno y progesterona son responsables de muchos cambios en el cuerpo. Las mujeres pueden experimentar tanto sentido del olfato como de gusto. El aumento del sentido del gusto durante el embarazo se conoce como disguesia. La disguesia difiere de los antojos o aversiones que las mujeres pueden experimentar. Este mayor sentido del gusto proviene de los cambios en la estructura de las papilas gustativas que hacen que las mujeres experimenten los gustos de manera diferente, lo que hace que ciertos sabores, como los sabores amargos, sean mucho más agudos.

La disguesia puede deberse al aumento del sentido del olfato. Las mujeres también experimentan durante el embarazo. Los niveles más altos de estrógeno pueden hacer que incluso los olores más leves parezcan abrumadores. El aumento del sentido del olfato es experimentado por todas las mujeres durante el embarazo, y puede ser un contribuyente principal a las náuseas matutinas. (Ver referencia 3)

Índice de masa corporal

El índice de masa corporal puede contribuir a aumentar el sentido del olfato. Las personas con un índice de masa corporal mayor tienen un sentido del olfato mucho mayor en comparación con aquellas con un IMC en el rango normal. Este olor intenso puede ser la razón por la que las personas continúan comiendo incluso después de estar llenas, lo que lleva a la obesidad. La obesidad también puede relacionarse con un mayor sentido del gusto, ya que los alimentos con alto contenido de azúcar y grasa contienen sabores fuertes. Este deseo de sabrosos alimentos chatarra se debe a la disfunción de los receptores opipoides en el cerebro que impulsa la palatabilidad de los alimentos.

Estrés

El estrés prolongado puede contribuir a aumentar el sentido del olfato. El sentido del olfato puede agudizarse después de un accidente, lesión u operación. Esto se desencadena por nuestros instintos de supervivencia más innatos. Cuando estamos sujetos a un estrés prolongado, nuestras glándulas suprarrenales se activan en exceso. Ese estrés y la fatiga pueden causar una mayor sensibilidad a los olores desagradables, los perfumes e incluso las feromonas. Una vez que el estrés cede y las glándulas suprarrenales tienen tiempo de curarse, el sentido del olfato puede volver a la normalidad.

Trastornos del gusto

Mientras que los trastornos del gusto se asocian típicamente con la pérdida del gusto, un trastorno del gusto que aumenta su El sentido del gusto es un problema que afecta al 25 por ciento de la población de EE. UU. Estas personas son conocidas como supertasters. Afectando a las mujeres más que a los hombres, los supertasters experimentan sabores tan intensos que los alimentos como el café, el alcohol, los tomates, los postres, el queso parmesano, los vegetales verdes y ciertos condimentos son desagradables. Los supertasters detectan sabores picantes, salados y amargos que otros no pueden detectar en los alimentos. Esto se debe a una mayor densidad de papilas gustativas. Los supertasters tienen entre 10 y 100 papilas gustativas más que la persona promedio.