MADRES PAPEL EN LA LUCHA CONTRA LAS ENFERMEDADES DE LOS NIÑOS.

La provincia especial de la madre es la prevención de la enfermedad, no su cura. Cuando la enfermedad ataca al niño, la madre tiene entonces un papel que desempeñar, lo que es especialmente importante durante las épocas de la infancia y la niñez se debe hacer así. Me refiero a esos deberes que constituyen la parte materna de la gestión de la enfermedad. El tratamiento médico, por su exitosa emisión, depende en gran medida de una cuidadosa y dolores de toma, y ​​superintendencia materna juiciosa. Sin tratamiento médico puede hacer uso en cualquier momento, si las direcciones se realizarán sólo en parte, o ser atendidos por negligencia, y con toda seguridad no funcionar en absoluto, si es contrarrestado por los prejuicios erróneos de asistentes ignorantes. Sin embargo, para las afecciones de la infancia y la niñez, esta observación se aplica con gran fuerza; ya que, en este periodo, la enfermedad suele ser tan repentino en sus ataques, y rápido en su progreso, que a menos que las medidas previstas son rígidamente y se administran rápidamente, su exhibición pronto se rindió por completo inútil. La cantidad de sufrimiento, también, se puede reducir en gran medida por las atenciones inteligentes y exigentes de la madre. Los deseos y necesidades de los niños pequeños deben ser anticipados, el mal humor producido por la enfermedad, tranquilizan al tipo y la persuasión cariñosa, y la posibilidad de que el niño enfermo y sensibles expuestos a conducta duro y desapacible, con cuidado proporcionado en contra. Una vez más, no sólo es una empresa y el estricto cumplimiento con las instrucciones médicas en la administración de los recursos, de régimen, y medidas generales, necesarios, pero un informe imparcial, fiel y completa de los síntomas al médico, cuando visita a su pequeño paciente, es de la mayor importancia. Un siervo ignorante o enfermera, a no ser que mucha cautela será ejercida por el asistente médico, podrá, por un informe de no intencionada pero errónea de los síntomas, producen una impresión muy mal en su mente, en cuanto a la situación real de la enfermedad. Su juicio puede, en consecuencia, estar sesgado en una dirección equivocada, y el resultado demuestra seriamente perjudicial para el buen hacer del paciente. El hombre medicina no puede quedarse horas después que los síntomas viendo horas, de ahí la gran importancia de que sean fielmente informado. Esto solo se puede hacer por la madre, o alguna persona igualmente competentes. Hay otras consideraciones de peso que podrían aducirse aquí, lo que demuestra la cantidad depende de la gestión eficiente de la madre en el momento de la enfermedad, sino que serán solidariamente habitaron sobre, cuando las enfermedades a las que están conectados en particular se habla de
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