Acerca de Lexapro Efectos secundarios: los ataques de ansiedad

Lexapro es un medicamento recetado para el tratamiento de la ansiedad o la depresión, que se clasifica como un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). Se prescribe para mejorar la calidad de vida para las personas que sufren de trastornos de ansiedad o depresión. Más de 18 millones de adultos en los Estados Unidos se han recetado este medicamento, según los fabricantes. Al igual que con cualquier tipo de medicamentos con receta, hay varios efectos secundarios asociados con la toma de Lexapro, tales como ataques de ansiedad. Depresión Efectos secundarios

Los fabricantes de estado de Lexapro que los efectos secundarios más comunes de los enfermos de depresión son insomnio, vómitos, náuseas, amplia la somnolencia, fatiga, problemas de eyaculación, sudoración excesiva, libido disminuida y sexual disfunciones, como la anorgasmia.
ansiedad Efectos secundarios

Para los que tomaron Lexapro para hacer frente a los trastornos de ansiedad, los efectos secundarios más comunes reportados por los fabricantes son la somnolencia y el insomnio . Sin embargo, la incidencia de efectos secundarios asociados con los trastornos de ansiedad generalizada fue baja.
Ansiedad Ataques

En las primeras etapas del tratamiento con inhibidores de la serotonina (reputake ISRS) como Lexapro, algunos de los síntomas de ataques de ansiedad puede ser experimentado. Estos síntomas de ansiedad incluyen agitación, inquietud, ataques de pánico, fuertes o acelerados del corazón y mareos.
Prevención /Solución

pacientes extremadamente ansiosos deberían comenzar a tomar Lexapro en dosis más pequeñas para evitar la posibilidad de síntomas de ataque de ansiedad que pueden ocurrir al comienzo del tratamiento. Se aconseja a los pacientes para esperar a que los síntomas de ansiedad, ya que generalmente desaparecen en las primeras dos semanas. OsCommerce Advertencia

Existen ciertos riesgos posibles asociados con tomar Lexapro para la depresión y los trastornos de ansiedad. Algunos de estos posibles riesgos incluyen el empeoramiento clínico, pensamientos de suicidio o posible suicidio, síndrome de abstinencia (por ejemplo, temblores y agitación) y el síndrome de la serotonina (confusión, agitación, sudoración excesiva, ritmo cardíaco rápido, etc).