Los efectos de la culebrilla en una persona de edad

El herpes zóster es una enfermedad viral más frecuente en personas de edad avanzada que han tenido varicela en algún momento de sus vidas. El Instituto Nacional de Salud afirma que la mitad de todas las personas tendrá culebrilla antes de cumplir los 80 años de edad, y las personas entre las edades de 60 años y 80 años son más propensos a bajar con tejas. El herpes zóster es en realidad una recurrencia del virus de la viruela del pollo que ha estado latente en el cuerpo. La culebrilla en los adultos mayores puede producir algunos síntomas muy incómodos, e incluso pueden ser peligrosos si no observado y tratado adecuadamente por un profesional médico. Etapas de la culebrilla en personas mayores

culebrilla aparece en un lado del cuerpo de una persona de edad avanzada y pasa por tres etapas. Cuando el virus se reactiva en primer lugar, la persona de edad avanzada puede sentir algo de dolor o una sensación de hormigueo en un lado del cuerpo. Después de que se sentía la incomodidad, se desarrollará un sarpullido con picazón. Ampollas dolorosas siguen la erupción de un individuo de edad avanzada con tejas.
Dolor severo causado por el herpes zóster

Según el Instituto Nacional de Salud, las personas de edad avanzada que se enferman con tejas tienen más probabilidades de desarrollar una condición dolorosa llamada neuralgia postherpética. Se produce cuando una persona de edad avanzada experimenta dolor a largo plazo en la zona donde aparecieron las tejas, lo que afecta la capacidad de hacer las cosas, incluso después de las tejas ha sanado.

Problemas de la visión

Si la culebrilla aparece en la cara, los ojos y los oídos de una persona de edad avanzada puede ser afectada. Una persona de edad avanzada con tejas en la cara puede tener problemas para ver y oír. El Instituto Nacional de Salud afirma que se puede producir ceguera irreversible como consecuencia de tejas en la cara.
Infección

Las personas mayores que desarrollan herpes zóster están en riesgo de desarrollar una infección en las zonas afectadas. Si las bacterias se mete en dolor, una cicatriz puede resultar. Aunque es poco común, las infecciones relacionadas con la culebrilla puede causar el síndrome de choque tóxico o fascitis necrotizante. Ambas complicaciones son causadas por bacterias que consiguen en un dolor de una persona de edad avanzada con tejas.