Radioterapia para el cáncer rectal con cistitis intersticial

De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, el cáncer rectal es el cáncer en desarrollo al final del intestino grueso, también conocido como el recto. Los síntomas pueden incluir alteraciones en los hábitos intestinales, heces con sangre, dolor abdominal, pérdida de peso y una disminución en el apetito. Los tratamientos estándar para el cáncer rectal incluyen la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. La radioterapia se utiliza normalmente en combinación con otros métodos de tratamiento y puede conducir al desarrollo de una condición conocida como la cistitis intersticial. La cistitis intersticial

Aprender sobre la cistitis intersticial para determinar si la terapia de radiación es un riesgo justificado en su caso particular del cáncer de recto. Según Medline Plus, la cistitis intersticial consiste en la inflamación crónica de la vejiga, provocando síntomas como molestias urinarias, aumento de la frecuencia de orinar, dolor durante las relaciones sexuales y dolor pélvico localizado. No hay cura para la cistitis intersticial, y métodos de tratamiento varían de individuo a individuo, incluyendo la posibilidad de medicamentos para el dolor, entrenamiento de la vejiga a través de la terapia física, la cirugía y la modificación de la dieta para evitar los alimentos problemáticos. Según WrongDiagnosis.com, cistitis intersticial puede ocurrir debido a la inflamación provocada por la radioterapia aplicada regional, como en el caso de la radioterapia para el cáncer rectal.
Cáncer rectal Radioterapia

Conozca las ventajas, desventajas y los métodos de la terapia de radiación para decidir si vale la pena el riesgo. La radioterapia emplea ondas radioactivas de alta energía para dañar el material genético de las células cancerosas, lo que hace que sean incapaces de seguir reproduciendo. Desafortunadamente, la terapia de radiación no es una forma específica de la terapia, como el tejido sano circundante también se puede dañar en el proceso. Hay dos tipos principales de radioterapia, internos y externos, que difieren según la fuente de la radiación. En la terapia de radiación interna, pequeños objetos que contengan materiales radiactivos se colocan dentro de la región afectada. Con el tiempo, esta radiación se filtra y destruye las células cancerosas. La radioterapia externa se compone de la radiación aplicada desde fuera del cuerpo de la utilización de una máquina de rayos X o de rayos gamma especialmente diseñado para administrar el tratamiento radiactivo localizada. Aparte de la posible evolución de la cistitis intersticial, radioterapia puede provocar otros efectos secundarios como fatiga, náuseas, diarrea y estreñimiento.