Después del cáncer de próstata La terapia con testosterona

Problemas de la próstata se enfrentarán a uno de cada tres hombres en su vida (renalandurologynews.com). Estos problemas incluyen el agrandamiento de la próstata y cáncer de próstata. Los tratamientos para el cáncer de próstata han recorrido un largo camino para ayudar a los hombres sobreviven a la enfermedad, manteniendo su hombría, pero a veces la condición es tan grave que el de próstata debe ser eliminado por completo. Cuando esto ocurre, se está utilizando ahora la terapia de testosterona para reemplazar la testosterona no se producen debido a la falta de una próstata de trabajo. Estudios éxito

Hombres que tienen que someterse a una prostatectomía menudo desarrollan depresión, osteoporosis, disminución de la masa muscular y la libido, de acuerdo con WebMD. Ahí es donde entra en juego la terapia de testosterona mucho tiempo se pensó para despertar el cáncer de próstata latente, la terapia con testosterona se está estudiando más y más para ayudar a los hombres suffereing de la falta de testosterona recuperar su hombría. Un estudio reciente de 13 meses concluyó con los 57 hombres del estudio que crían con éxito sus niveles de testosterona sin ninguna indicación de aumento de la actividad cancerosa, según renal y Noticias Urología.
Promedio Efectos

En promedio, los niveles de testosterona aumentaron de 255ng/dl a 459ng/dl, según renal y Noticias Urología. Mientras que la terapia de reemplazo de testosterona no es la norma en todas las instituciones, es en camino de convertirse en el tratamiento post-operatorio normal de pacientes sometidos a prostatectomía. Por ahora, este procedimiento es el único camino para recuperar con éxito la masculinidad de uno después de perder su próstata con el cáncer, pero hay terapias nuevas que comienzan a ser mirado y estudiado con la esperanza de abolir los efectos después de la prostatectomía.

También se utiliza para

terapia de reemplazo de testosterona también se utiliza para reemplazar la pérdida de testosterona en los casos de enfermedad crónica, insuficiencia renal, cirrosis hepática, el estrés y el alcoholismo. A menudo, la forma más fácil de diagnosticar una deficiencia de testosterona es la falta de un impulso sexual y la disfunción eréctil, pero cosas como la depresión y dificultad para concentrarse son también indicios de una falta de testosterona.