Pediatric niveles de azúcar en sangre

Un niño con diabetes deben mantener su azúcar en la sangre en un cierto nivel para evitar complicaciones mortales de la enfermedad. Niveles de azúcar en la sangre pediátricos sanos son similares a los rangos saludables para adultos. Pero en el caso de un niño, los niveles de azúcar en la sangre pueden cambiar más rápidamente debido a su mayor metabolismo y la producción de energía. Un niño diabético que no pueden mantener los niveles adecuados de azúcar en la sangre debe tener sus padres a hablar con un médico acerca de cambiar la dieta o la medicación. La diabetes y la Sangre Pediátrica azúcar

En la diabetes, el páncreas de un niño no produce suficiente insulina, o ninguno en absoluto. La insulina es una hormona que regula los niveles de azúcar en la sangre.
El Mejor Azúcar en la Sangre Pediátrica Rangos

azúcar en la sangre se mide en miligramos por decilitro (mg /dL). La Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil (JDRF) dice que los mejores niveles de azúcar en la sangre de un niño son de 70 a 110 mg /dL antes de las comidas, y de 100 a 140 mg /dL al acostarse.
Demasiado alto o demasiado bajo de azúcar de sangre pediátrica

La JDRF dice que si su azúcar en la sangre antes de las comidas es inferior a 70 mg /dl o mayor de 140 mg /dl, o el azúcar en la sangre antes de acostarse es sistemáticamente inferior a 100 mg /dL o superiores a 160 mg /dl, debe hablar con su médico.
Pediatric hipoglucemia

hipoglucemia pediátrico se refiere al azúcar en la sangre es demasiado bajo. Tomar demasiada insulina o no comer lo suficiente puede dar lugar a hipoglucemia pediátrica.
Pediatric hiperglucemia

hiperglucemia se refiere al azúcar en la sangre es demasiado alto. Un niño diabético que coma alimentos con alto contenido de azúcar o hidratos de carbono, o que no toman insulina según las indicaciones, puede llegar a ser muy enfermo, caen en un estado de coma o incluso morir a causa de la hiperglucemia pediátrica.
Síntomas de Sangre Pediátrica problemas de azúcar

Si pediátrica azúcar en la sangre está fuera de los rangos saludables, un niño pueden sufrir de sed extrema, la micción frecuente, somnolencia, cambios en la visión, aumento del apetito, pérdida de peso, con olor a fruta aliento, dificultad para respirar y /o pérdida del conocimiento.