Los efectos de grandes dosis de Zinc

El zinc es un metal pesado que se utiliza para estimular el sistema inmunológico y ayuda a curar las heridas. Es necesario para la división celular y la síntesis de proteínas saludable. El zinc también es necesario para el uso apropiado de cobre en el cuerpo. La cantidad normal de suplemento es de entre 50 y 60 miligramos. El exceso de zinc es nada más de 80 a 100 miligramos tomadas a la vez. El zinc es fuerte para el estómago y el hígado, y se debe tomar con cautela. Problemas de estómago

Los efectos de zinc excesivos son similares a la mayoría de los envenenamientos por metales. El estómago se irrita intensamente como zinc puede atacar el revestimiento del estómago, dando lugar a calambres en el estómago. La diarrea es un síntoma común de zinc excesivos, junto con una falta total de la producción urinaria, ya que irrita el estómago, los riñones y el hígado. Existe una correlación entre el consumo de cinc excesivo y problemas con el tracto urinario. Incluso con la comida, zinc excesiva puede causar náuseas y vómitos, según los Institutos Nacionales de Salud.
Inmunosupresión

es necesario para un sistema inmunológico saludable zinc, demasiado zinc puede paralizar, dejando el cuerpo abierto a la infección importante. Este es un síntoma tanto de una falta de y un exceso de cinc. Las dosis altas de zinc puede dañar la absorción de hierro en la sangre, lo que puede dar lugar a la anemia y un sistema inmune debilitado.

Problemas hepáticos

zinc es muy duro en el hígado, puede haber algo de color amarillento de los ojos y otros signos de ictericia a dosis altas. Los dolores de cabeza también se presentan como un síntoma común de la ingesta excesiva de zinc, que puede dar lugar a convulsiones. El cuerpo es de un general, en todo estado de dolor que podría conducir a una eventual colapso. El hígado no puede desempeñar sus demás funciones en el cuerpo en su lucha con el procesamiento del exceso de zinc.
Otros problemas

El exceso de zinc puede causar erupciones y la piel problemas. Este puede bajar la presión arterial a niveles peligrosos y causar tos y escalofríos. Una fiebre también puede ser resultado de exceso de cinc. El cuerpo puede entrar en shock a dosis muy altas ya que el sistema trata de curarse a sí mismo y expulsar el zinc a través del vómito.