Los nutrientes para ayudar a superar la tendinitis

tendinitis ocurre cuando un tendón (un cordón gruesa de tejido que conecta los músculos a los huesos) se inflama, estirados o irritados. Esta dolencia se produce normalmente durante la práctica deportiva o el ejercicio riguroso. Aunque tendinitis grave a veces puede requerir cirugía y debe ser examinado por un profesional de la salud, las formas más leves de la lesión pueden ser tratados por mantener el cuerpo repleto de ciertas vitaminas y otros nutrientes. Las enzimas proteolíticas
enzimas proteolíticas

, también llamadas enzimas digestivas, son los más utilizados para ayudar en la digestión. Sin embargo, dos de estas enzimas han demostrado ser efectivos para los propósitos anti-inflamatorias y en la curación de heridas leves.

Bromelina, que se encuentra sobre todo en los tallos de las piñas, es una enzima digestiva que es absorbida más fácilmente por el cuerpo que muchas otras enzimas. Esta poderosa enzima se ha encontrado útil en el tratamiento de esguinces, torceduras, lesiones musculares, e incluso en el alivio del dolor, hinchazón y sensibilidad asociada con las lesiones deportivas, como la tendinitis.

Papaína es otra enzima digestiva útil que se encuentra en papayas, sobre todo los verdes. Se utiliza para tratar la inflamación y para curar heridas.

Ambas enzimas se pueden encontrar en forma de suplemento en las tiendas naturistas o sitios web, tales como HerbsMD.com.
Vitaminas

Muchas vitaminas también pueden ayudar en el tratamiento de la tendinitis. A pesar de estas vitaminas están disponibles en forma de suplemento, en general se considera más eficaz que comer alimentos que son naturalmente ricos en vitamina deseada.
La vitamina C es una vitamina versátil que puede ser útil en el tratamiento de muchas dolencias. Por lo general, la vitamina C se conoce como un estimulante del sistema inmune, pero en combinación con nutrientes llamados bioflavonoides, que puede ayudar a los tejidos y músculos lesionados reparación. La vitamina C y los bioflavonoides se encuentran en abundancia en las frutas cítricas como las naranjas, toronjas y limones.
La vitamina E es otra vitamina que ayuda a reparar el tejido conectivo dañado. Se encuentra comúnmente en el aceite de germen de trigo, almendras, semillas de girasol, avellanas y la mantequilla de maní, así como la espinaca y el brócoli.