Esguince de tobillo y ligamentos desgarrados Tiempo de recuperación

torcer un tobillo es una ocurrencia común en la vida cotidiana. Es tan simple como pisar el pie de alguien más o entrar torpemente en un bordillo. Cuando ese tobillo torcido se hincha y doloroso, de acuerdo con WebMD, lo más probable es que tenga un esguince. Eso significa estirar o desgarrar los ligamentos en el tobillo. Esto puede ocurrir a cualquiera

Según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS), aproximadamente 25.000 personas sufren esguinces de tobillo cada día. Si bien es frecuente que los que participan en deportes o actividades físicas, puede pasarle a cualquiera que camina en una superficie irregular.
Cómo sucede

Los ligamentos se estiran cuando los giros o vueltas pie fuera de su movimiento normal y peso (más allá de la fuerza normal del paso a paso) se transfieren al aterrizar. Muy a menudo, de acuerdo con Web MD, el tobillo se tuerce hacia afuera y el pie gira hacia adentro. Eso hace que los ligamentos en la parte exterior del tobillo para estirar y desgaste. A veces, el tobillo se tuerce hacia adentro y el pie gira hacia afuera, lesionando los ligamentos de la parte interna del tobillo.

Gravedad

médicos diagnostican las torceduras de tobillo. Clasifican los esguinces, según la gravedad. De acuerdo con la AAOS, Grado 1 es una variedad leve (leve estiramiento de ligamento), grado 2 es moderada (desgarro parcial del ligamento) y grado 3 es grave (desgarro completo del ligamento).
Recuperación

esguinces de tobillo mayoría se curan en cuatro a seis semanas, según la AAOS. El descanso es el componente clave para la recuperación. Aplicar hielo sobre el tobillo, compresión y elevación también se requieren. Para los esguinces de grado 2 o peor aún, la inmovilización o férulas ayudan a la causa. El yeso y la cirugía, aunque es raro, se usan para esguinces de grado 3.
Prevención

Fuerza y ​​flexibilidad son importantes en la prevención de los esguinces de tobillo. También es importante calentar antes de realizar actividades vigorosas. Preste atención a donde pisas, caminar y correr. También, preste atención a las señales de alerta, como el dolor o las molestias en el tobillo, y la suspensión de la actividad.