Fat recomendado en una dieta diabética diaria

La diabetes es una enfermedad metabólica que, si no se trata o controla, puede conducir a una serie de condiciones debilitantes de la salud, incluyendo enfermedades del corazón. La exposición a las enfermedades del corazón, perennemente una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos, se agrava entre las personas con diabetes. Según la Asociación Americana del Corazón, si usted es diabético, limite su ingesta de grasas a menos del 30 por ciento del total de calorías, con menos del 10 por ciento de la procedente de las grasas saturadas. Buena grasa, grasas malas

Reducir la ingesta de grasas saturadas y trans, optando por canola o aceite de oliva para cocinar las comidas, y se mantenga alejado de los aceites tropicales, como los aceites de coco y palma. Las grasas saturadas son fundamentales para elevar el nivel de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) en la sangre. LDL-C contribuye a la acumulación de placa en las arterias, o aterosclerosis, lo que conduce a la enfermedad cardíaca. Además, evitar los aceites que son sólidas a temperatura ambiente, como la mantequilla, la margarina y la manteca de cerdo.

En su caso, leer las etiquetas de los alimentos para medir su contenido de grasa. Sea consciente del tamaño de la porción y porciones por envase. Si usted come un producto completo que tiene 5 gramos de grasa por porción, pero contiene cuatro porciones por envase, usted acaba de consumir 20 g de grasa.

Limite su consumo de carne roja a no más de dos veces a la semana. La grasa en la carne tiene un aspecto veteado y por lo general se encuentra "entre" la carne, por lo que recortar toda la grasa visible. A diferencia de res, pollo tiende a llevar a la grasa subcutánea, justo debajo de la piel. Retire la piel del pollo para reducir su contenido de grasa.

Aumente el consumo de pescado. Salmón, la caballa, las sardinas y la trucha arco iris son ricos en ácidos grasos omega-3, los cuales han demostrado tener efectos positivos en la protección del cuerpo contra la enfermedad cardiovascular.