Cómo no ser dominante con el padre autoritario Teens
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Pregúntele a su adolescente cómo lo está haciendo, sugiere el autor y médico Marcos Goulston, escribiendo para Psychology Today en línea. Al acercarse a su hijo de una manera abierta y honesta, buscando la opinión de su hijo acerca de si usted está actuando como un padre autoritario, su adolescente puede ser más probable que le de una retroalimentación honesta.
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Resista la tentación reaccionar de forma exagerada o ponerse a la defensiva si su hijo adolescente le dice que usted está actuando de una manera dominante. En su lugar, pedir disculpas y decirle a su hijo que usted desea realizar cambios significativos en la crianza de los hijos.
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Esforzarse por dar a su espacio adolescente de cernido y control, advierte el psicólogo John M. Grohol, con el recurso en línea PsychCentral. En lugar de tratar de ejercer su voluntad y control sobre las acciones de su hijo adolescente, un paso atrás para permitir que su hijo la oportunidad de tomar decisiones.
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Apoye a su adolescente con respeto, ya que trabaja para aprender y crecer hacia la adultez. Deje que su hijo sepa que usted está dispuesto a escuchar y hablar cuando sea necesario.
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Escuche a su adolescente cuando ella busca ayuda o consejo, propone la Fundación Médica de Palo Alto. Haga preguntas abiertas para obtener más información y aclarar puntos. Utilice la empatía a medida que tratan de relacionarse con su hijo y entender su situación.
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Explora opciones con su hijo para ayudarlo a ver lo que está disponible en cualquier situación. Esta actividad de lluvia de ideas puede aportar usted y su hijo más cerca, mientras que guía suavemente y le ayuda a tomar decisiones responsables y positivas.
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Preste mucha atención a la necesidad de un control con su hijo adolescente en un intento de moderar su comportamiento. La necesidad de control puede ser difícil de romper. Si usted siente la necesidad de intervenir y hacerse cargo de la toma de decisiones de su hijo, pararse y dar un paso atrás en su lugar. A veces, usted puede incluso tener que morderse la lengua o dar un paseo para evitar su tendencia natural a la microgestión.