Los primeros síntomas de Fibroids

Fibroids o leiomiomas son tumores musculares, que crecen en las paredes del útero de la mujer en edad de procrear. La mayoría de los fibromas son benignos (no cancerosos), puede causar pocos o ningún síntoma, sobre todo en las primeras etapas de crecimiento y generalmente requieren tratamiento sólo si los síntomas son severos. Algunos de los síntomas más comunes de los fibromas primeros incluyen el dolor, la ampliación y una sensación de plenitud en la parte baja del abdomen y sangrado menstrual irregular. Una variedad de tratamientos disponibles para aliviar los síntomas de los fibromas. Su médico puede evaluar el tamaño de los fibromas y la severidad de sus síntomas para determinar un curso apropiado de tratamiento. Dolor

fibromas uterinos pueden causar sensación de presión, dolor o calambres en el área de la pelvis, lo que normalmente ocurre con la menstruación o durante la relación sexual. Algunas mujeres también pueden experimentar dolor en la espalda o las piernas. El médico puede recomendar más de los medicamentos para el dolor de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol para aliviar el dolor.
Síntomas abdominales

fibromas pueden causar una sensación de llenura o ampliación de la parte inferior del abdomen. Dependiendo de su tamaño y ubicación, los fibromas pueden causar aumento de la frecuencia urinaria, dificultad para vaciar la vejiga, gases o estreñimiento. Los fibromas que crean presión sobre la vejiga también pueden aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario.
Irregularidades menstruales

Uno de los síntomas más comunes de los fibromas uterinos es pesado o un sangrado menstrual prolongado. El sangrado puede durar durante siete días o más, o puede ocurrir entre períodos. El sangrado menstrual abundante puede resultar en deficiencia de hierro o anemia, que debe ser tratada con suplementos de hierro.
Diagnóstico y Tratamiento

Los fibromas pueden ser detectados por el médico durante el un examen pélvico normal y puede ser confirmado por otras pruebas, incluyendo una ecografía, resonancia magnética (RM) o las radiografías. El tratamiento para los fibromas es por lo general sólo es necesario si los síntomas se agravan, provocando sangrado abundante o dolor pélvico agudo. Las opciones de tratamiento actuales incluyen medicamentos de venta libre y suplementos, para aliviar el dolor y la anemia, medicamentos anticonceptivos, terapia hormonal o cirugía.