¿Qué sucede si su cuerpo produce más serotonina?
Los neurotransmisores son sustancias químicas que ayudan a las células nerviosas comunicarse entre sí. La serotonina, como la dopamina y la norepinefrina, es un tipo de neurotransmisor. Tu cerebro produce serotonina y se encuentra principalmente en el cerebro, las plaquetas y en el revestimiento de su tracto digestivo. Los niveles de serotonina varían entre cada individuo y se ven afectados por una serie de factores. Estos factores incluyen las drogas, el alcohol, la herencia y las hormonas.
Efectos
serotonina eleva su estado de ánimo y le proporciona un sentimiento de satisfacción general. El aumento de los niveles pueden mejorar su estado de ánimo general, hacer que se sienta más feliz. Además, la serotonina puede proporcionar paz y tranquilidad - lo que le permite dormir mejor. La serotonina también puede aumentar la concentración y la atención, y el aumento de los niveles puede ayudar a aliviar los síntomas causados por la depresión, el estrés o la ansiedad.
Producción
investigación realizada por Judith Wurtman, profesor en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), sugiere que la producción de serotonina puede atribuirse en parte a lo que come. Los aumentos temporales en la serotonina puede lograrse por el consumo de dulces, frutas, pasta, cereales y otros granos. Para aumentar la concentración y el enfoque, se puede comer proteínas como la carne, la mantequilla de maní, queso, frijoles y huevos.
Producción de serotonina se puede aumentar con el ejercicio regular, así, que le pone en un buen estado de ánimo general. Despertarse temprano y exponerse al sol también puede aumentar los niveles de serotonina en el cuerpo.
Disminución de la producción
Al igual que usted puede aumentar la producción de serotonina, también puede disminuir la producción. La falta de sueño y el ejercicio, una dieta desequilibrada y un alto nivel de estrés también puede disminuir la producción de serotonina. Esto puede dar lugar a una multitud de riesgos para la salud, tales como fatiga crónica, artritis, ansiedad, irritabilidad y depresión.