Cómo responder a un cliente Suicidal
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Asegúrese de que el cliente es seguro. Esto dependerá de la configuración. Si usted está en una sala de emergencia, hospital médico o psiquiátrico, el cliente puede ponerse en observación para garantizar la seguridad inmediata. Si el cliente no está en un contexto hospitalario, pero está activamente suicida, donde no pueden dejar de pensar en hacerse daño a sí mismos, entonces tienen que ir a una sala de emergencia o establecimiento psiquiátrico para pacientes hospitalizados. Es posible que tenga que llamar a una ambulancia. Si el cliente es pasiva suicida, después de haber tenido pensamientos de hacerse daño a sí mismos, pero sin ningún plan o intención actual, entonces es posible que desee seguir discutiendo estos pensamientos, pero la hospitalización de emergencia puede no ser necesaria.
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Evaluar riesgo del cliente. Se trata de hablar con el cliente y contactos posiblemente colaterales como miembros de la familia, amigos y otros proveedores de atención médica. Pregunte acerca de los factores de riesgo para el suicidio. Estos incluyen pensamientos actuales o ideación, abuso de sustancias, sensación de desesperanza o desamparo, ansiedad, aislamiento social, una enfermedad mental subyacente, intentos de suicidio anteriores, los antecedentes familiares de suicidio, la historia familiar de abuso y de la historia de comportamientos agresivos. Otros factores que pueden aumentar el riesgo de suicidio son la edad y el género, las personas entre las edades de 15 y 24 años son más propensos a cometer suicidio y los hombres son más propensos a cometer suicidio con éxito. Otro factor de riesgo importante es el acceso a métodos letales - si el cliente tiene un plan y la capacidad de poner ese plan en acción. El número de factores de riesgo y su gravedad va a conducir a la vez un plan de seguridad inmediata, así como un plan de tratamiento a largo plazo.
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Evaluar los factores de protección de los clientes. Aunque estos factores no se contradice forzosamente con factores de riesgo, que pueden ser de ayuda en la creación de un plan de tratamiento, ya que le permiten trabajar con las fortalezas y apoyos que el cliente ya tiene en su lugar. Los factores de protección a tener en cuenta incluyen el apoyo efectivo para los trastornos de abuso mental, físico y de fondo, el apoyo familiar, comunitario y social, la capacidad de resolver problemas de una manera no violenta y creencias culturales que desalientan el suicidio.