Cómo distinguir entre el autismo y el TOC

El autismo y el TOC (trastorno obsesivo compulsivo) son dos diagnósticos muy separadas y diferentes. El autismo es un trastorno del espectro que normalmente se descubre en la infancia, mientras que el TOC es un trastorno de ansiedad que puede presentarse a cualquier edad. Aunque los síntomas pueden parecer a primera vista similares, es bastante fácil de distinguir entre ellos una vez que sabes qué buscar. Instrucciones
entender la diferencia
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Entender que tanto el autismo y la OCD se caracteriza por obsesiones y compulsiones. Las obsesiones son pensamientos que afectan a los pacientes de forma regular, a menudo con la regularidad de un reloj, mientras que las compulsiones son comportamientos que se repiten una y otra vez y puede ser provocada por una determinada acción o experiencia.
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Darse cuenta que compulsiones autismo suelen ser automática e inconsciente, mientras que las compulsiones del TOC por lo general son provocados por las obsesiones. Por ejemplo, un paciente con autismo podría batir constantemente su mano hacia atrás y adelante en el aire, al parecer sin darse cuenta de que lo está haciendo, mientras que un paciente con TOC se lavará las manos deliberadamente exactamente 24 veces al día.

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Sepa que el autismo ha estado estrechamente vinculada a los componentes genéticos, mientras que el TOC suele ser una respuesta a las experiencias de la vida. Trastorno de estrés post-traumático, por ejemplo, puede causar que el paciente desarrolle TOC como una forma de lidiar con el estrés y la ansiedad. Autismo, sin embargo, suele estar presente desde el nacimiento, aunque los síntomas pueden no quedado claro desde hace varios años.
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Observe la forma en que el autismo y los pacientes con TOC manejar sus síntomas. En la mayoría de los casos, las personas con este trastorno experimentan depresión y la ansiedad, ya que se sienten diferentes, o de la frustración con sus compulsiones y obsesiones. Los pacientes autistas, por el contrario, suelen ser más cómodos con sus condiciones y menos propensos a sentirse deprimido por ello.
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Entender que las implicaciones sociales del autismo y el TOC son muy diferentes. Los pacientes autistas tienen dificultades para conectar con la gente, y puede sentirse abrumado en situaciones sociales. Pueden relacionarse con sólo una o dos personas a lo largo de toda su vida y, a veces va a rechazar el afecto de los demás. Los pacientes con TOC, sin embargo, pueden desarrollar relaciones sanas y normales, aunque a veces plagado de paranoia que puede complicar la interacción social.
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Darse cuenta de que la mayoría de los pacientes con autismo sufren de obsesiones internalizados, mientras que los pacientes con TOC sufren de obsesiones externos. Por ejemplo, una persona autista puede estar obsesionada con el conteo o la búsqueda de sinónimos para las palabras, ya sea en silencio o en alta voz, mientras que alguien con OCD puede temer salir de la casa, llegando a ser violento o se contaminen con gérmenes.