Fatiga Anestesia Síntomas

Después de la anestesia, la sensación de fatiga física y mental son comunes. Reconocer los síntomas es la mejor manera de descartar otras posibles causas de la fatiga y le permitirá anticipar cuándo puede esperar el socorro y las mejores formas de aliviar estos síntomas. Tipos De Anestesia

Hay dos tipos principales de anestesia: regional y general. La anestesia regional se utiliza generalmente cuando la cirugía se realiza en un área específica del cuerpo. La anestesia general se utiliza para más extensos procedimientos quirúrgicos y consiste en colocar al paciente en un profundo sueño a través de la utilización de medicamentos que inducen el sueño.

Síntomas físicos

Particularmente en los pacientes que han sido objeto de la anestesia general, la sensación de fatiga y dolor muscular son síntomas comunes. Interrupción del ciclo normal del sueño que conduce a insomnio por la noche también es común. El tiempo que le toma a un paciente para recuperarse completamente de los efectos de la sedación depende del tipo utilizado, su edad y su salud general. En la mayoría de los casos, los pacientes más jóvenes se recuperan más rápidamente que los antiguos.

Síntomas mentales

sensación de fatiga mental o "nubosidad" también son comunes. Esto puede incluir sentimientos de falta de memoria, desorientación, dificultad para tomar decisiones, y en general, disminución de la agudeza mental.
Duración

síntomas físicos y mentales por lo general desaparecen por sí solos en unos pocos días a una semana o dos. Algunos pacientes que han sido sometidos a una cirugía mayor, los pacientes de mayor edad, informe de la sensación de fatiga mental o nubosidad duran tanto como un mes o más. De acuerdo con Harvard Medical, dificultades cognitivas ocurren en aproximadamente el 25 por ciento de los pacientes mayores de 60 años, aproximadamente una semana después de la cirugía.
Tratamiento

El mejor curso de tratamiento es deja que los síntomas de la fatiga sigan su curso. Mayoría de los profesionales médicos recomiendan seguir una rutina de sueño normal siempre que sea posible y evitar las siestas durante el día, lo que puede interferir con el sueño por la noche. Mantener una dieta saludable y hacer mucho ejercicio todos los días siempre que sea posible también puede ayudar a aliviar los síntomas.