Peligros creosota

La creosota es una combinación de más de 200 diferentes productos químicos derivados del alquitrán de hulla que se utiliza como conservante de la madera. Objetos cotidianos que a usted le suele preservar con creosota son durmientes de ferrocarril, postes, postes y cualquier madera que tendría que utilizar para la fundación de estructuras diferentes. Pero, a pesar de su uso común, la creosota plantea algunos riesgos para su salud. La Comisión de Calidad Ambiental y la Agencia de Protección Ambiental de Texas ha emitido hojas informativas sobre los riesgos asociados con la exposición a la creosota. Problemas de la piel

Cuando la piel entra en contacto breve con creosota, puede observar varios síntomas: enrojecimiento, hinchazón, irritación y ardor. En caso de contacto prolongado, la piel se vuelve sensible a la luz solar y el desarrollo de las llagas.
Problemas oculares

creosota en sus ojos puede provocar ardor y otro tipo de irritación y lagrimeo . Dependiendo del nivel de exposición, la creosota puede dañar la vista y hacer que sus ojos sean más sensibles a la luz.
Respiratoria y síntomas digestivos

Si usted inhala esta sustancia humos, puede experimentar irritación en la nariz, la boca y la garganta. Dependiendo de la cantidad de exposición que ha recibido, también puede desarrollar problemas digestivos. La ingestión de una pequeña cantidad de creosota creará las mismas reacciones. Sin embargo, puede envenenarse al beber grandes cantidades de esta sustancia química. Si se presenta intoxicación por creosota, podría tener convulsiones, introduzca una coma y hasta la muerte. Incluso si sólo se ingiere o inhala una pequeña cantidad de creosota, pero lo hace durante un largo período de tiempo, los riñones, el cerebro y el hígado sufrirán daños.
Riesgo de cáncer

La Agencia de Protección del Medio Ambiente advierte que la creosota puede causar cáncer. Deshollinadores, que están expuestos a la creosota de la quema de madera, tienen un alto riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Ambiental Contaminación

Cuando la creosota se libera en el medio ambiente, pueden contaminar el suelo y el agua. Las personas, los animales y las plantas se exponen a sus componentes químicos y los riesgos que plantean

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