Alternativas a la labioplastia

Algunas mujeres pueden sentirse acomplejados por el aspecto de sus vaginas o tienen algún tipo de problema físico que provoca una pérdida de sensibilidad o dolor durante las relaciones sexuales. A labioplastia puede corregir disfunciones vaginales y apariencias desagradables, pero como con cualquier cirugía estética, hay riesgos implicados, y los procedimientos pueden ser costosos. Ejercicios

ejercicios vaginales, como los ejercicios de Kegel, pueden ayudar a aprender a controlar los músculos vaginales y le permitirá relajarse y apretar la vagina durante las relaciones sexuales, lo que puede ayudar a aliviar el malestar y el dolor. Los ejercicios pélvicos también traen un aumento del flujo de sangre a la vagina, lo que puede ayudar a aumentar la sensibilidad y reducir la necesidad de una reducción de labios vaginales. Para aprender a controlar los músculos vaginales, apriete los músculos pélvicos como si estuviera deteniendo el flujo de orina. Puede ser útil para acostarse las primeras veces que haga los ejercicios e insertar un dedo limpio en la vagina de modo que usted puede sentir sus músculos apretando y relajando para ayudarle a aprender la técnica apropiada. No practique los ejercicios de Kegel en realidad iniciar y detener el flujo de orina, ya que esto puede conducir a problemas de la vejiga.

Start con cerca de 25 contracciones a la vez tres veces diferentes cada día. Poco a poco construir hasta más contracciones en el transcurso de varias semanas. No menos repeticiones, si usted encuentra que sus músculos pélvicos sienten dolor. Algo de sensibilidad es común durante las primeras semanas, pero no debería sentir incomodidad extrema. Continúe haciendo los ejercicios de Kegel a diario para mantener los beneficios positivos.
Terapia

terapia psicológica, incluyendo la terapia sexual, ofrece una alternativa a la reducción de labios vaginales para muchas mujeres que se sienten incómodo o inseguro acerca de la apariencia de sus vaginas. Pregúntele a su médico que lo refiera a un psicólogo o psiquiatra que puede ser capaz de ayudarle a resolver el problema. Algunas mujeres que experimentan dolor o malestar durante las relaciones sexuales pueden beneficiarse de la terapia también. Mientras que las relaciones incómodo o doloroso puede ser el resultado de un problema físico, algunas mujeres, ya sea consciente o inconscientemente descubren que pueden apretar sus músculos de la vagina antes o durante las relaciones sexuales, causando malestar. Su terapeuta puede ayudarle a aprender técnicas de relajación para aliviar la ansiedad y ayudar a abordar y superar los factores psicológicos que pueden contribuir a la insatisfacción con su apariencia vaginal.