Cómo diagnosticar la tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad altamente contagiosa que se transmite a través de los gérmenes en el aire. Los bebés, los ancianos y las personas con sistemas inmunes comprometidos están en mayor riesgo. Si no se trata adecuadamente, la tuberculosis puede causar la muerte. Sigue leyendo para saber cómo tratar la tuberculosis. Instrucciones
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Considere si es posible que haya estado en contacto con una persona infectada por la tuberculosis. La infección se transmite generalmente por el gasto de un período prolongado de tiempo en un entorno cerrado. Por lo general, este es un lugar donde el aire está contaminado por una persona con tuberculosis no tratada, especialmente a través de la tos.
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Busque síntomas de la tuberculosis. Los síntomas incluyen la flema que producen tos y fiebre, dificultad para respirar, fatiga, pérdida rápida de peso, tos con sangre y sudores nocturnos. Los ganglios linfáticos en el cuello pueden estar inflamados o sensibles.
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Haga una cita con su médico de atención primaria para revisar sus síntomas, en su caso se han desarrollado. Asegúrese de dejar claro que la cita es urgente. Con el fin de que la tuberculosis puede tratar y curar, es importante buscar atención médica inmediata.
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Esté preparado para que su médico realice un examen físico y otras pruebas necesarias para diagnosticar sus síntomas. El examen de los pulmones con el estetoscopio a veces puede revelar ruidos inusuales de la respiración, de forma similar a un crujido. Líquido alrededor de los pulmones también puede ser detectado. Su médico también puede realizar pruebas de diagnóstico, como una radiografía de tórax, una prueba de la tuberculina, una biopsia de los ganglios linfáticos u otras técnicas genéticas.
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Prepárate para el tratamiento si se diagnostica con tuberculosis. El tratamiento para la tuberculosis es largo, y su médico le puede recomendar que tome hasta cuatro medicamentos distintos durante un período prolongado. La American Thoracic Society y los Centros de EE.UU. para el Control de Enfermedades recomiendan nueve meses de isoniazida como tratamiento de elección, y sugieren que cuatro meses de rifampicina es una alternativa razonable.