Cómo lidiar con los niños con enfermedad bipolar
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aceptar sus diferencias. Los niños con enfermedad bipolar a menudo sufren de frecuentes cambios de humor, la inestabilidad, la ira y la depresión. Estos son los rasgos que se enfrentará en numerosas ocasiones a lo largo de sus vidas. Al aceptar el mal con el bien, usted da a estos niños un sentido inestimable de seguridad en medio de una enfermedad inquietante.
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Establezca límites. Muchas veces, los niños con enfermedad bipolar mostrarán signos de violencia o actuar. Establezca límites en el diagnóstico temprano con consecuencias razonables. Esto ayudará a proteger el niño que sufre de trastorno bipolar, así como compañeros y otras personas que están en contacto con ellos.
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Sea paciente. Los niños bipolares tienen dificultades para hacer amigos, la realización de tareas y, a veces lleva a las conversaciones. Trate de recordar que estos niños frente a pensamientos acelerados constantes, y que puede ser irritable y muy inquieto. Su paciencia en la constante agitación que tiene lugar en el cerebro puede ayudar a que se sientan seguros y asegurarles que te importa.
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Estudio. El Instituto Nacional de Salud Mental y la lealtad Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI) proporcionan excelentes recursos sobre el trastorno bipolar en los niveles nacional y local. Es absolutamente esencial para estar al tanto de las últimas técnicas para el tratamiento de la enfermedad. El conocimiento es poder, educar a ti mismo no sólo le ayudará a entender mejor la enfermedad, sino que también le ayudará a hacer frente a los niños que la padecen
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Únase a un grupo de apoyo.. Contacte a su hospital local de salud mental o de NAMI capítulo para saber que los padres y cuidadores de niños con enfermedad bipolar se reúnen. Si no hay un grupo, iniciar uno. Los adultos podrán aprender de las experiencias de los demás, y actuar como apoyo durante los tiempos oscuros que acompañan a esta enfermedad.
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Manténgase organizado y en un horario. En un mundo de pensamientos dispersos, amistades inestables, citas médicas y ajustes de medicación constante, la rutina es un salvavidas. Proporciona un sentido más profundo de la seguridad y la previsibilidad. Puede actuar como un agente calmante y ayudar a mantener un sentido de calma para los niños bipolares.